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Secretaria de la UJC responde a Amelia Calzadilla: "Mi mamá creció en una familia humilde"

La líder comunista describe a su madre como una mujer trabajadora que llevó una vida dura y que le inculcó "fidelidad a Cuba".

Aylín Álvarez García © Aylín Álvarez / Facebook
Aylín Álvarez García Foto © Aylín Álvarez / Facebook

Este artículo es de hace 1 año

Aylín Álvarez García, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), compartió un texto en su muro de Facebook dedicado a su madre, a la que describe como una mujer que llevó una vida dura y se esforzó por sacar a su familia adelante.

La dirigente publica el post después de que decenas de madres y padres cubanos han dicho que se identificaron con el video de Amelia Calzadilla, una madre que estalló en redes sociales porque no tiene cómo alimentar y vestir a sus tres niños, y le exigió al gobierno que solucione la crisis del país.

Aylin, por su parte, difundió una foto junto a su progenitora, ya fallecida, que "creció en una familia humilde" y que le inculcó "fidelidad a Cuba".

Foto: Captura de Aylín Álvarez / Facebook

"La recuerdo haciendo de todo, lo mismo fue auxiliar de limpieza en un círculo infantil, que limpiaba casas, planchaba, cuidaba niños, vendía dulces... Aun así nunca nos pudo dar a mi hermana y a mí todo lo que necesitábamos. Recuerdo que nunca tuve ropa para ir a los 15 de mis amigas, crio cerdos como una loca para poder comprarme mi ropita cuando cumplí 15 años. Cuando me fui a estudiar para San Antonio, guardaba el picadillo que le daban en la bodega para cuando yo llegara, después supe que ella, mi papá y mi hermana muchas veces comieron yuca sola...", relató.

Según la líder comunista, gracias al empeño de su madre ella pudo graduarse en la universidad, y sus enseñanzas siempre la acompañan.

"Ella es una madre cubana, como miles, que saben mucho de Mariana", subrayó.

Con su historia personal, Álvarez intenta de un modo sutil contrarrestar las verdades que lanzó Amelia Calzadilla.

Pero la dirigente juvenil obvia que en este momento, tras más de 60 años de una revolución que prometió acabar con la pobreza y darle una vida digna a sus ciudadanos, estos padecen la peor crisis económica y social en décadas.

Amelia hizo una directa en su muro de Facebook en la que acusó a Miguel Díaz-Canel y a sus ministros de llevar una vida de comodidades a costa del sacrificio del pueblo, una denuncia que causó conmoción en las redes sociales.

"¿Qué es lo peor que podría pasarme? ¿Que me lleven presa? Es lo peor, realmente, pero una tiene que vivir con las consecuencias de las decisiones que toma. ¿Qué iba a hacer? ¿Morderme la lengua? ¿Sufrir pa’dentro? ¿Enfermarme de los nervios?", dijo la joven sobre el temor a sufrir posibles represalias.

Miles de cubanos han mostrado su respaldo y solidaridad con ella en Internet, donde se multiplica la etiqueta #YoTambiénSoyAMELIA.

"En este video quiero apoyar las palabras de Amelia. Decirles que soy madre de tres hijos, una de ellas es discapacitada, autista, tiene serios problemas de salud. Mis tres hijos están pasando hambre, están pasando necesitad y honradamente ya no sé cómo alimentarlos", dijo en una directa de Facebook Ketty Méndez, madre de una niña autista con serios problemas de desnutrición.

Otra cubana, cuyo hijo padece una enfermedad celíaca, denunció la desatención del gobierno cubano con estos pacientes y les pidió que abandonen el poder: "Dimitan, no los queremos".

"Este video es en apoyo a Amelia Calzadilla, no estás sola, las madres cubanas estamos viviendo lo que tú estás viviendo", afirmó Yanilys Sariego, de Cárdenas.

Traductora de idiomas y residente en La Habana, Calzadilla denunció que sus hijos no tienen comida, ni ropa, ni juguetes, y renunció a la idea de irse del país para darle una vida digna a su familia, porque sus niños "tienen derecho a crecer aquí, a trabajar aquí, a formar una vida aquí, a comerse la comida de aquí y todo el mundo tiene que respetar eso".

La prensa oficialista arremetió el sábado contra ella, calificándola de "un ejemplo de manual de lo que se llama gestión de la irritación".

"Es un ejemplo de manual de lo que se llama gestión de la irritación. Se toma un contexto concreto (la escasez, unido a la inflación), se le hiperboliza en sus aspectos negativos, dramatizando sus consecuencias (los hijos no tienen merienda), se hace blanco en un aspecto concreto que sea sensible y fácil de entender, pero que sirva de símbolo (la cuenta de la luz), se enfoca en quien se quiere hacer culpable (el Gobierno)", señala un artículo del portal Cubadebate.

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