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De los 849 medicamentos básicos incluidos en los planes de producción del Sistema Nacional de Salud (SNS), el gobierno de Cuba busca garantizar la distribución de al menos 525 (61%) de ellos a una población profundamente afectada por el desabastecimiento farmacéutico.
Lo anterior lo confirmó a medios oficialistas el doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma), tras recorrer entidades de las provincias de Camagüey, Granma y Santiago de Cuba.
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En el sector “laboran de forma incansable para garantizar estos medicamentos básicos”, indicó el directivo, explicando que el descenso en la producción de fármacos del país se debe a “las limitaciones en la disponibilidad de las materias primas, derivadas del recrudecimiento del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba”.
Como no podía ser de otra forma, Martínez Díaz reprodujo el mantra con el que el régimen cubano pretende librarse de toda responsabilidad, aún en temas tan graves y sensibles como la salud de su población.
Para resaltar aún más una justificación oficial que se repite en cualquier ámbito, Cubadebate informó de la situación nacional en la producción de fármacos bajo el siguiente titular: “Cuba traza una estrategia para producir medicamentos en medio del bloqueo de EEUU”.
¿Cuál estrategia traza Cuba, quién la traza, cuáles son sus objetivos, acciones y plazos? Detalles de este tipo parecen irrelevantes para la prensa oficialista cubana, para la cual es más importante que el directivo conozca y diga las palabras mágicas, antes que reflejar en su información cuáles son los medicamentos de producción nacional deficitarios en el SNS.
He aquí cuáles fueron los “avances constatados” por el director de BioCubaFarma en su recorrido por las provincias y las empresas encargadas de abastecer a los cubanos de medicamentos:
“Varias alternativas para producir medicamentos con sello cubano y otros productos sanitarios vitales en el enfrentamiento a la covid-19, así como proyectos de investigación dirigidos a impulsar la soberanía médica, y la reincorporación de líneas productivas”, enumeró Cubadebate.
¿Quedó claro que se avanza a pesar del “bloqueo”? ¿Quedó claro que Martínez Díaz y el régimen cubano tienen una estrategia? Por si los lectores todavía podían albergar dudas, el medio oficialista remata con una frase del directivo que demuestra que la producción de fármacos en Cuba marcha según el manual del socialismo, a golpe de consignas y voluntarismo inútil.
"Aquí se está haciendo lo que nos está pidiendo la dirección del país: resistir creciendo", afirmó el presidente de BioCubaFarma, acompañado por Eulogio Pimentel Vázquez, vicepresidente de una empresa que debería suministrar 369 medicamentos al SNS, pero que en abril solo consiguió distribuir 226 de ellos (también el 61%), según su propio reporte.
¿Explicó Cubadebate o Martínez Díaz que de los 143 medicamentos que no ha conseguido producir la empresa que preside, 77 (el 20% del total) son considerados como de Prioridad 1? ¿Puso énfasis el directivo en el hecho de que más de la mitad de los medicamentos que no produjo su empresa tienen ese nivel de prioridad?
“En este grupo [Prioridad 1] se incluyen medicamentos de tarjeta control, aquellos relacionados a los programas de onco-hematología, materno-infantil y atención al paciente grave. Además, el tratamiento a los pacientes con VIH, y otros de uso ambulatorio que responden al cuadro de salud de la población cubana", explica la empresa.
No; Martínez Díaz hizo gala de su conocimiento de la retórica oficial y aseguró que están haciendo lo que pidió “la dirección del país”. ¿Suministrar esos medicamentos prioritarios cuanto antes? No; BioCubaFarma está enfrascada en “resistir creciendo”, en “firmar convenios”, en “examinar la situación productiva” de las entidades provinciales, y en supervisar “la ejecución de sus inversiones y el desarrollo de varios proyectos de investigación".
¿Qué inversiones, a cuánto ascienden? Cubadebate considera que los usuarios cubanos del SNS no están interesados tampoco en esos detalles, sino en las frases hechas de la propaganda, con las cuales alimentan sus esperanzas de vida.
En lugar de preguntar a los responsables del régimen cubano qué piensan hacer para suministrar a la población esos 77 medicamentos clasificados como Prioridad 1, de los cuales depende la vida y el bienestar de muchos pacientes en Cuba, el medio oficialista celebra la producción de productos naturales como “el extracto acuoso de aloe, el aceite de cardo mariano, o el jarabe de orégano francés”.
¿Para qué preguntar a Miguel Díaz-Canel o a José Ángel Portal Miranda por qué no compran esos medicamentos deficitarios y vitales en Estados Unidos, cuyo embargo comercial no incluye alimentos y medicinas?
Es una pérdida de tiempo. A pesar de toda evidencia, también dirán que es culpa del “bloqueo” y subrayarán “la urgencia de establecer estrategias de trabajo, que garanticen la sostenibilidad de la producción de medicamentos en un escenario cada vez más difícil”.
Mientras “cuadros” de la llamada “revolución”, desde la base hasta la cúpula del régimen, sigan gozando del monopolio de la información y en Cuba no exista libertad de prensa, información, pensamiento y expresión -y se castigue con el nuevo Código Penal a quienes pretendan ejercer estos derechos-, los cubanos irán a la farmacia para comprobar que sus estantes están vacíos por culpa… del “bloqueo”.
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