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El joven cubano Pablo Mantilla fue trasladado a un centro de detención en Broward tras arribar a las costas de Florida en una tabla de Skysurf desde la isla, en una travesía de seis horas y 33 minutos.
En declaraciones para nuestra publicación recabadas por medio de un familiar cercano, el migrante afirmó que salió de Matanzas el lunes a las 09:00 am y llegó en la tarde de ese mismo día a Estados Unidos. El martes fue sometido a una entrevista donde le preguntaron por sus tatuajes, su trabajo en Cuba y su familia.
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Después de este encuentro con las autoridades fue trasladado al centro correccional de Broward para una cuarentena de 10 días por el Covid-19, como dictan las normas estadounidenses.
Sus familiares, que pasaron algunas horas sin noticias suyas, piden ayuda para evitar la deportación del joven, quien es buzo profesional y padre de un niño de dos años. "Todos los que lo conocen saben que él es constantemente acosado por la policía", afirmaron.
Relatan que en Varadero, donde trabajaba, era conocido como Acuamán por su pericia en el mundo submarino.
En diciembre del pasado año, fue uno de los buzos involucrados en la búsqueda del joven desaparecido Alfredo Alejandro Díaz Alemán. Mantilla fue quien lo encontró finalmente en playa Caleta, al norte de Matanzas y a 30 metros de profundidad, explicaron.
De acuerdo con un familiar, Mantilla también se dedicaba a la pesca en la isla, razón por la cual era frecuentemente acosado por la policía, e incluso llegó a estar detenido por esa razón.
"Fue preso muchas veces por la pesca, y de tanta persecución decidió irse", relató.
Mantilla adelantó a CiberCuba que documentó su viaje a través del Estrecho de Florida, y afirmó que está esperando salir para poder presentar toda la evidencia que tiene.
Sobre su travesía, cuenta que se preparó durante dos años con la misma tabla que usó el lunes, para realizar la peligrosa ruta de 90 millas en skyboarding a través del Estrecho de Florida, que cruzó en 6 horas y 33 minutos.
Sin embargo, explica, practica este deporte desde 2014.
Mantilla no es el primer cubano que este año arriesga su vida en una tabla de surf para llegar a Estados Unidos.
El pasado 22 de marzo el buzo cubano Elián López salió de Varadero en una tabla similar. Llevó consigo un GPS y celulares para comunicarse con su esposa e hija. Sin embargo, los vientos de la cuaresma jugaron en su contra durante la travesía y se extravió.
Después de dos días en alta mar, el buzo perdió sus fuerzas y pensó que iba a morir. Logró entonces comunicarse con su esposa en Cuba, en un intento por despedirse, pero después fue encontrado por la Guardia Costera estadounidense a unas 15 millas al sur de Islamorada, que lo trasladó a un hospital en estado de deshidratación avanzada. Las autoridades migratorias lo autorizaron a permanecer en el país.
Hace 30 años también trascendió el caso del cubano Lester Moreno, quien llegó a Estados Unidos navegando sobre una tabla de windsurf, y ahora trabaja como piloto comercial en Miami. Es uno de esos tantos cubanos que han protagonizado travesías extraordinarias para huir de la dictadura.
En 1990, con apenas 17 años, Moreno viajó en una tabla de windsurf desde la isla hasta 30 millas de la costa de Florida, donde fue rescatado por un carguero de Bahamas. Las autoridades estadounidenses le concedieron un visado, pues entonces no existía la política de "pies secos, pies mojados".
Según relató entonces, comenzó su trayecto a las 8:00 p.m. de un jueves y terminó alrededor del mediodía de un viernes, a unas 30 millas de Key West. En su travesía soportó vientos de 20 mph (32 km/h).
Fue el primer cubano en llegar a Florida a bordo de este implemento deportivo, pero no el único. A pesar de lo insólito de su aventura, otros han seguido su ejemplo con igual o peor suerte.
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