El esposo de una de las dos maestras asesinadas en el tiroteo de la escuela primaria Robb, de Uvalde, Texas, murió este jueves de un ataque al corazón.
“Extremadamente desgarrador y vengo con un profundo dolor para decir que el marido de mi tía Irma, Joe García, ha fallecido debido a la pena. Estoy realmente sin palabras por lo que todos estamos sintiendo. Por favor, oren por nuestra familia, Dios tenga misericordia de nosotros, esto no es fácil”, dijo en su cuenta de Twitter John Martínez, quien se identificó como sobrino de la maestra Irma García.
La noticia también fue compartida por medios de prensa estadounidenses, que le están dando seguimiento a esta tragedia en Texas.
Joe García murió a solo dos días de que su esposa fuera asesinada por Salvador Ramos, de 18 años, quien irrumpió armado en la escuela primaria Robb y se atrincheró en el aula donde estaban las maestras de cuarto grado Eva Mireles e Irma García, que fueron ultimadas.
El saldo de esta masacre, considerado el tiroteo escolar más mortífero en casi una década, fue de 19 niños muertos, más las dos maestras, y otras 17 personas heridas.
Según las autoridades, los niños y las maestras masacradas se encontraban en una única aula de cuarto grado, donde el pistolero se atrincheró.
La policía rodeó la escuela y rompió las ventanas en un esfuerzo por evacuar a los niños y al personal, pero lamentablemente no pudieron evitar las víctimas ocasionadas por Ramos, quien fue baleado por los oficiales, según el portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivarez.
Ramos, primero atacó a su abuela en la casa y luego se dirigió a la escuela cercana, donde estrelló su coche y entró en el edificio con equipo táctico y un rifle. Su abuela aún sobrevive este ataque, pero se encuentra en estado crítico.
Las profesoras asesinadas eran apreciadas en su comunidad y tenían muchos años de experiencia como docentes.
Eva Mireles, de 44 años, fue identificada como la primera víctima fatal. Era maestra de cuarto grado en la escuela desde hacía 17 años. Le sobreviven su esposo, agente de la policía, y una hija que es estudiante universitaria.
Irma García, de 46 años, trabajaba en el colegio desde hacía 23 años. Fue la segunda víctima adulta identificada tras el tiroteo. Le sobreviven ahora solo sus cuatro hijos.
El sobrino de García dijo en las redes sociales que su tía "murió como heroína" defendiendo a sus estudiantes.
"Se sacrificó protegiendo a los niños en su salón de clases, les ruego que mantengan a mi familia, incluida toda su familia, en sus oraciones. Ella fue amada por muchos", expresó el joven en Twitter.
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