Las autoridades sanitarias cubanas anunciaron este lunes el refuerzo de la vigilancia epidemiológica en todos los puntos fronterizos del país, ante el incremento de los casos de personas contagiadas con la viruela del mono en el mundo; reportó el diario oficialista Granma.
El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, informó en su conferencia de los lunes que Cuba trabaja en un protocolo dirigido al diagnóstico y tratamiento de la dolencia, ante la posible llegada del virus.
Durán precisó que hasta ahora se han reportado 96 casos en una docena de países, entre ellos España (con la mayor cifra), Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Portugal y Bélgica.
Además, explicó que el virus causante de la viruela del mono es diferente al de la viruela tradicional, cuya erradicación certificó la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace más de cuatro décadas.
El experto explicó que por ahora no existe un tratamiento ni una vacuna contra el padecimiento, pero se valora la posibilidad de que algunos retrovirales y otros fármacos resulten efectivos para contrarrestar su impacto.
Desde el 21 de mayo, el gobierno cubano anunció la implementación de un nuevo sistema de vigilancia contra la viruela del mono y el fortalecimiento de la atención primaria de salud para detectar cualquier posible caso.
También la OMS se encuentra trabajando en nuevas guías para atender la viruela del mono e intentar mitigar su propagación, ante la preocupación de que los casos puedan aumentar en los meses de verano; según la agencia de noticias Reuters.
David Heymann, presidente del Grupo Asesor Estratégico y Técnico de la OMS sobre Peligros Infecciosos con Potencial Pandémico y Epidémico, señaló que es probable que el brote esté siendo impulsado por el contacto sexual.
"Lo que parece estar ocurriendo ahora es que se ha introducido en la población de una forma sexual, de una forma genital, y se está propagando como las infecciones de transmisión sexual, lo que ha amplificado su transmisión en el mundo", afirmó.
Por su parte, el científico cubano Amílcar Pérez Riverol declaró en redes sociales que la enfermedad no debe preocupar por ahora a los cubanos.
"No existe ninguna evidencia que indique transmisión natural por aerosoles. La transmisión es por contacto directo con fluidos —incluidas gotículas— contaminadas. La velocidad de los brotes es atípica para este tipo de virus, pero esto no será otra COVID-19", sostuvo.
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