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El gobierno cubano licitará por primera vez 300 establecimientos de la red de gastronomía.
Será un “un proceso nuevo, inclusivo (todos los actores tienen los mismos derechos), transparente, donde participan notarios”, afirmó en el programa televisivo Mesa Redonda la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez.
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Las licitaciones se realizarán dentro de una red pequeña del sector gastronómico -28 por ciento del comercio interior en Cuba- que, según la ministra, requiere una transformación que el Estado no puede acometer.
Aun así, y pese a que no dejó de admitir que las unidades de comercio con mayor autonomía y concesiones funcionan mejor y que esta forma de gestión contribuye a la estabilidad de las ventas, Díaz Velázquez ratificó que el grueso de la red de comercio seguirá apostando “por un comercio mayoritariamente estatal”, e incluso en el sector donde se realizarán las licitaciones “también se defiende la gestión estatal”.
Se mantendrán, de esta manera, bajo el control estatal las bodegas, los mercados de productos industriales, las tiendas de materiales de la construcción y los mercados ideales, lo que representa el 70 por ciento de la red de comercio interior
Aunque, aclaró la funcionaria, este tipo de establecimientos podrán arrendar espacios a otras formas de gestión para, de esta manera, complementar las ofertas, paliar el déficit existente hoy en la comercialización minorista y mejorar la calidad de los servicios a la población.
Para la titular del MINCIN, el proceso de licitación ayudará a la modernización de unidades como las dedicadas a la reparación de calzados y los institutos de belleza.
Además, precisó que los establecimientos del programa de ahorro energético, afectado por la falta de materias primas, también podrán entrar en licitación.
Díaz Velázquez advirtió que los locales licitados tendrán que preservar los servicios básicos a la población, generar empleo, promover la inclusión social, estimular y consolidar costumbres y tradiciones de la comunidad y estar en consonancia con la estrategia de desarrollo local.
El proceso de licitación deberá ser aprobado, según la ministra, en las asambleas populares y permitirá reubicar a trabajadores que estén prestando servicios “no en el mejor lugar”, y buscar un equilibrio en las comunidades en cuanto a la prestación de servicios.
“Ya han pasado tres años desde que se aprobaron las transformaciones en el sector, por tanto, ya hay que mostrar los resultados”, concluyó Díaz Velázquez.
No es de extrañar entonces que el gobierno cubano, pese a su resistencia a entregar el control sobre la gestión del comercio interior, se vea obligado a buscar estos “resultados” a través de licitaciones, luego de que más de 50 empresas de gastronomía registraron pérdidas en 2021, según había informado hace unos meses la propia ministra, lo que representa el 27 por ciento de las unidades de ese sector.
“El deficiente control interno y administrativo, la insuficiente calificación y la elevada fluctuación del personal, unido a la ausencia de una conciliación efectiva con los proveedores, que ha determinado cuentas por cobrar y pagar vencidas, cadenas de impago y la ocurrencia de hechos delictivos”, fueron los factores a los que la ministra de Comercio Interior achacó esas pérdidas.
Aunque el gobierno cubano implementó un nuevo modelo de gestión estatal que prevé la autonomía económica, financiera y comercial de algunas unidades empresariales de base y la flexibilización de la gestión de la administración, luego de tres años el “experimento” no ha dado los frutos esperados. La ministra culpó, en su balance de 2021, al “inmovilismo y brechas en el control de los recursos”.
Hace unos días, se publicaron nuevas normas para “el alquiler de establecimientos, que se encuentren funcionando o cerrados, a cuentapropistas o cooperativas no agropecuarias e instituciones estatales”.
El Ministerio del Comercio Interior cree con esta medida se podrá “incrementar la participación en la economía, propiciar el desarrollo, la diversificación de la producción, encadenamientos productivos y el bienestar económico y social”.
Aún así, quienes opten por estos locales tendrán que reunir una serie de requisitos y remontar varios trámites burocráticos.
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