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En lista de represores funcionaria de la UJC que despidió a director de Alma Mater

Nislay Molina Nápoles fue catalogada como represora de cuello blanco por ser la principal promotora de la destitución de Armando Franco Senén como director de Alma Mater.

Nislay Molina Nápoles, funcionaria de la UJC © Pinterest / Revista Cuba Política
Nislay Molina Nápoles, funcionaria de la UJC Foto © Pinterest / Revista Cuba Política

Este artículo es de hace 1 año

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), incorporó en su listado de represores a la funcionaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) que comunicó el despido del director de la revista Alma Mater.

Nislay Molina Nápoles, quien trabaja como ideológica en ese organismo político, fue catalogada como represora de cuello blanco por ser la principal promotora de la destitución de Armando Franco Senén como director de un medio de prensa oficialista.

"A ti debimos botarte hace mucho tiempo, no hay nada más que hablar, te estamos haciendo el favor de liberarte. Puedes hacer lo que quieras, es una decisión nuestra", son las palabras que habría utilizado la funcionaria con el joven periodista al momento de notificarle la decisión, según relató él mismo en su perfil de Facebook.

CiberCuba contactó con Molina Nápoles para conocer qué opinaba sobre la inclusión en el listado de represores y si tiene pensado solicitar que sea retirar su nombre, siempre que demuestre que se trata de un error, pero hasta el momento de redactar esta nota no había respondido los mensajes.

De acuerdo al relato del periodista cubano Franco Senén, la funcionaria de la UJC y el director de la Editorial Abril, Asael Alonso Tirado, le notificaron en una reunión que cesaría su labor como jefe de la revista Alma Mater por cometer distintos errores durante su gestión.

"La funcionaria de la UJC informó la decisión tomada al Consejo de Dirección y desestimó los argumentos de algunos de los presentes en contra de la medida porque, una vez más, se trata de una decisión tomada", relató el joven sancionado.

El proyecto de la FDHC tiene como objetivos detener, reducir y erradicar la violencia y la arbitrariedad por razones políticas, económicas, sociales, culturales, de credo, raza u orientación sexual para así contribuir a facilitar la convivencia en la isla futura.

Pueden participar en él todas las personas que tengan información sobre represores e identifiquen a quienes realizan acciones contra los derechos humanos de activistas, opositores y periodistas independientes.

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