El luchador Oscar Pino se coronó por cuarta vez campeón continental del estilo grecorromano, durante la jornada de apertura del certamen panamericano que acogerá hasta mañana la ciudad mexicana de Acapulco.
Pino (130 kilos) ganó tres de sus cuatro pleitos por superioridad, incluido el que le valió la medalla de oro a costa del brasileño Eduard Soghomonyan.
Antes, el sustituto del tetramonarca olímpico Mijaín López había derrotado por idéntica vía al Tanner Richard Farmer, en la clasificatoria, y al puertorriqueño Edgardo Juan López, en semifinales.
El único rival que escapó a su abrumador dominio fue el cubano nacionalizado chileno Yasmani Acosta, tercero mundial en 2017 y quinto en Tokio 2020. En tal combate, Pino -quien acumula una plata y dos bronces a nivel mundial- debió sacar a relucir todo su arsenal defensivo y cualidades físicas para imponerse a la postre por estrecho margen de 3-1.
La restante medalla obtenida por Cuba en la fecha fue a parar al cuello de Juan Luis Conde, quien debutó internacionalmente con un subtítulo en los 97 kg.
De 25 años, a Conde solo pudo frenarlo el hondureño Kevin Mejía, quien lo aventajó claramente en la disputa del cetro.
El otro grequista insular que salió a los colchones, Leonardo Herrera, perdió en el estreno frente al peruano Joao Marco Benavides. Dicho sea de paso, Herrera (60 kg) sustituye en ese peso al campeón olímpico Luis Orta.
En el estilo clásico, a la Mayor de las Antillas le quedan las opciones de Yosvany Peña (77 kg) y Daniel Gregorich (87 kg). Además, tendrá nuevas posibilidades de preseas en la lucha libre para ambos sexos.
Recientemente, la lucha cubana perdió a una de sus mejores figuras cuando el campeón olímpico de greco Ismael Borrero abandonó la delegación que asiste a la cita de Acapulco.
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