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Seguridad del Estado arremete contra figuras de la disidencia en vísperas del Primero de Mayo

La periodista Miriam Celaya contó en su perfil en Facebook que un agente la visitó en su casa para advertirle que "no se va a permitir ninguna actividad en la calle el Primero de Mayo".   

Ariel Maceo, Miriam Celaya y Yoe Suárez © Facebook Ariel Maceo / Miriam Celaya / Yoe Suárez
Ariel Maceo, Miriam Celaya y Yoe Suárez Foto © Facebook Ariel Maceo / Miriam Celaya / Yoe Suárez

Este artículo es de hace 1 año

En vísperas del tradicional desfile del Primero de Mayo, en conmemoración del Día Internacional del Trabajadores, la Seguridad del Estado cubana ha incrementado su acoso y vigilancia contra periodistas, artistas y activistas de La Habana, en un intento por impedir cualquier acción subversiva que afecte el desarrollo de sus planes para ese día.

Varias han sido las denuncias que han circulado en las redes sociales en los últimos días. El pasado 26 de abril, la escritora y periodista independiente María Matienzo advirtió en Twitter que dos agentes de la Seguridad del Estado visitaron su casa, donde reside junto a su pareja Kirenia Yalit Núñez, activista, para advertirles a ambas que no querían "confrontación", que el Primero de Mayo estaba cerca y que debían estar "tranquilas".

"Nos dicen que 'no nos quieren hacer sentir incómodas', que ese es su trabajo, pero resulta que acosar no es un trabajo, como mismo hacer activismo y periodismo no es un delito. La 'amabilidad´ del verdugo sigue siendo tortura", resaltó.

Matienzo consideró que "no hay amabilidad" en esas visitas, aunque el tono sea suave "es violencia machista de Estado". Se preguntó si las autoridades temían que pasara algo el Día Internacional de los Trabajadores.

"Parece que ni nosotras mismas sabemos cuán poderosas somos como para movilizar a la Seguridad del Estado por un Primero de Mayo y por las otras efemérides… Ya me lo anunciaron", agregó.

Al día siguiente, los periodistas independientes Miriam Celaya y Yoe Suárez publicaron historias similares en sus redes sociales. A Suárez lo citaron a un interrogatorio en la estación policial de Siboney, mientras que Celaya recibió una visita en su domicilio de un agente que se identificó como Alberto.

"Confieso que me sorprendió semejante visita. Hacía más de dos años que no se acercaban directamente a mí, si bien cada tanto han indagado entre mis vecinos sobre mis supuestas 'actividades contrarrevolucionarias' en mi barrio. Pero más aún me sorprendió su extraño recado: 'Vengo a decirle que no se va a permitir ninguna actividad en la calle el Primero de Mayo'", relató Celaya.

"Visto así, cualquiera pensaría que iban a suspender la marcha convocada por el PCC para 'celebrar el día de los trabajadores' y que yo -como jocosamente me dijo una amiga cercana a la que le comenté el breve encuentro- tendría que guardar la banderita y los tenis que habría tenido listos para marchar con el inexistente CDR (Comité de Defensa de la Revolución) de mi cuadra. Pero no, contra toda lógica Dicequealberto se tomó la molestia de venir a advertirme que no acudiera a donde yo, por voluntad propia, no iba a acudir", afirmó.

La periodista coincidió con Matienzo en que las autoridades cubanas están nerviosas ante la convocatoria que han realizado a una concentración popular. "El 11J (11 de julio) y las cárceles llenas de disidentes políticos, el éxodo masivo y constante, el naufragio del sistema, la irremontable crisis económica y vaya usted a saber cuáles y cuántos demonios más están afectando el sueño de los canes cerberos y de los máximos barrigones del Poder. Y, obviamente, también están afectando sus decisiones", argumentó.

"Ahora solo falta que en la susodicha fecha me coloquen una guardia pretoriana a la puerta de mi edificio para que yo no vaya a donde no iba a ir. Que así estamos por acá, con el miedo y el absurdo como políticas de Estado", dijo.

También el poeta y activista Ariel Maceo fue citado a un interrogatorio el 28 de abril, para ese mismo día, en la estación policial de 7ma y 62, en el municipio Playa, en La Habana. "Baba y amenazas sobre el Primero de Mayo", reveló Maceo al salir del encuentro.

Luego de una serie de preguntas de índole personal, llegaron las advertencias de que en torno a la celebración oficialista. "Les dije que no me pueden controlar. Dice él (el agente) que sí, pero no. Porque si me pudieran controlar entonces no tendrían que citarme porque temen a que haga algo. Así que no, no me pueden controlar", puntualizó.

"Les dije que si yo quería poner un cartel en punto cero (zona de residencia de la familia Castro) o en la Plaza de la Revolución lo podía hacer. Solo que no me interesaba. Y que el Primero de Mayo me iba a quedar en mi casa porque hay Covid-19. No me interesa ir a esa fiesta de carneros. Igual eso no quita que cualquiera dentro del desfile, pueda poner Patria y Vida en una bocina", añadió el joven.

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