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Ángela Álvarez, una cubana de 64 años residente en Holguín, relató la estrechez económica en que vive junto a su esposo, de 71, quien permanece postrado en una cama.
La mujer contó -en declaraciones a Palenque Visión para Cubanet- cómo los poco más de 1,560 pesos que perciben de pensión por su esposo, que toda su vida trabajó en la construcción, no les alcanza para nada.
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“¿Cómo va a alcanzar si solamente en medicamentos a sobreprecio yo tuve que comprar más de 2,000 pesos?”, cuestionó la mujer, que padece de cardiopatía isquémica y de gota, aunque ella es el sustento de su hogar ante la invalidez de su esposo.
“Nos alimentamos como se pueda, hambre no pasamos, pero no es lo que necesita una persona mayor”, indicó Álvarez, que hizo referencia a la ayuda puntual que recibe de algunos vecinos, aunque no mucha porque recuerda que “todos estamos en las mismas”.
En los últimos años, las redes sociales y los medios independientes han dado visibilidad a una creciente cifra de ancianos cubanos que subsisten en la isla en situaciones de extrema vulnerabilidad.
Ya sea por temas de salud mal atendidos, la crisis habitacional o por la falta de recursos económicos para hacer frente al alto costo de la alimentación, que deben asumir con pensiones irrisorias.
En lo que respecta a la salud, a los problemas generales en la infraestructura sanitaria se suma la escasez de medicamentos y la gran pérdida de poder adquisitivo para la tercera edad en Cuba, en especial tras la implantación de la llamada Tarea de Ordenamiento económico.
Al drama de ancianos empobrecidos por una ridícula pensión en medio de un irrefrenable aumento de precios, se suma la soledad en que ha quedado sumida toda una generación cuyos hijos, en muchos casos, abandonaron el país.
Al menos 800 mil jubilados en Cuba cobran el monto mínimo de pensión por mes
En Cuba hay alrededor de 1 millón 600 mil jubilados, y de ellos más de la mitad cobra el mínimo de pensiones, es decir, alrededor de 800,000 pensionados cobran al mes 1,528 CUP, el mínimo establecido por la ley para las jubilaciones después de 30 años de servicio, una cantidad incluso menor que el salario mínimo, fijado en 2,100 CUP por el gobierno desde 2021.
Con una desventaja abrumadora en sus ingresos, esos 800,000 jubilados deben pagar los mismos productos y servicios que el resto de la población, en un país donde los precios aumentaron un 77% en 2021, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de la isla (ONEI).
Cuba, que experimenta una longevidad demográfica sin precedentes y ya que cuenta con la población más envejecida de América Latina, tiene entre sus desafíos el de una cantidad de personas significativa que deben sobrevivir con una pensión mínima como jubilados o asistidos por la Seguridad Social, en medio de una grave crisis económica, con carencias de todo tipo.
En el año 2021, el 21.3 % de la población alcanzó los 60 años y para el 2030 se prevé que ese porcentaje llegue al 30%, de acuerdo con datos oficiales.
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