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La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) recomendó en su informe 2022 que Cuba permanezca en la Lista de Vigilancia Especial del Departamento de Estado, por cometer o tolerar violaciones graves de la libertad religiosa.
En su página dedicada a la isla (48), el organismo publica varias recomendaciones entre las que se encuentra mantener a Cuba en la Lista Especial de Vigilancia del Departamento de Estado, donde fue incluida el pasado año.
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También pide "imponer sanciones específicas a las agencias y funcionarios del gobierno cubano responsables de violaciones graves de la libertad religiosa, incluida la funcionaria Caridad Diego Bello, directora de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Estas sanciones llevarían al congelamiento de los activos de esas personas y/o la prohibición de su entrada a los Estados Unidos bajo derechos financieros y de visa relacionados con los derechos humanos.
Asimismo, insiste en alentar a las autoridades cubanas a extender una invitación oficial para visitas sin restricciones de USCIRF, y otras organizaciones interesadas en conocer sobre la libertad de religión o de creencias, y solicita al Congreso estadounidense apoyar la legislación para exigir sanciones contra los funcionarios cubanos responsables de violaciones graves de la libertad religiosa.
La Comisión señaló que la libertad religiosa en Cuba seguía muy restringida en 2021, y esto puede constatarse mediante el uso de la vigilancia, el hostigamiento, y la interpretación ad hoc de las legislaciones para suprimir la libertad de religión y perseguir a los defensores de la libertad religiosa por parte del Gobierno cubano, expresa el texto.
El informe recuerda que las autoridades respondieron a las manifestaciones del 11 de julio del 2021 deteniendo, a menudo violentamente, a unos 700 manifestantes y activistas, entre ellos líderes religiosos, uno de los cuales fue golpeado en la cabeza con un bate por un Policía del régimen.
Entre los detenidos, menciona a líderes religiosos como el pastor José Álvarez Devesa, golpeado por policías en Camagüey y el caso del reverendo Lorenzo Rosales Fajardo, de la Iglesia Independiente Monte de Sion, quien fue detenido y juzgado por participar en las protestas del 11 de julio en Palma Soriano. Fue condenado a 8 años de prisión.
En noviembre del pasado año el gobierno de Estados Unidos incluyó a Cuba en una "lista de vigilancia especial" de gobiernos con "graves violaciones de la libertad religiosa" durante 2021.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo al anunciar a los países designados en este listado que la actual administración estadounidense apoyaba "sociedades abiertas y justas, en las que todos puedan disfrutar de la libertad de religión o creencias".
"Las designaciones de hoy arrojan luz sobre los gobiernos que violan la libertad religiosa y requieren atención y acción urgentes", explicó.
La notificación incluía no solo a Cuba, sino también a Argelia, Comoras y Nicaragua, en una lista de vigilancia especial para los gobiernos que se han involucrado o tolerado "graves violaciones de la libertad religiosa" este año, dijo Blinken en un comunicado.
En mayo de ese mismo año el Departamento de Estado había publicado el Informe Anual sobre la Libertad Religiosa en el Mundo 2020, en el cual se mencionaba que el Partido Comunista de Cuba, a través de la Oficina de Asuntos Religiosos y del Ministerio de Justicia, busca "controlar de manera continuada la mayoría de aspectos de la vida religiosa" del país.
Con base en reportes de la ONG Christian Solidarity Worldwide, se afirmaba que el gobierno cubano viola la libertad religiosa y de creencias "de manera rutinaria y sistemática".
Para diversos analistas del proceso político iniciado en la isla caribeña en 1959, la religión fue considerada desde entonces un enemigo del régimen.
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