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El gobierno de Nicaragua cerró la oficina de la Organización de Estado Americanos (OEA) en Managua, capital del país.
La administración de Daniel Ortega procedió también a retirar las credenciales a sus representantes ante la OEA en Washington. La medida se tomó este domingo.
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Denis Moncada, canciller nicaragüense, confirmó en declaraciones oficiales la "invariable decisión de abandonar la OEA, según lo expresado el 19 de noviembre del 2021".
De la organización dijo que era una "calamitosa, truculenta y mentirosa dependencia del Departamento de Estado del imperialismo yanqui".
"Tampoco tendrá, este infame organismo, oficinas en nuestro país. Su sede local ha sido cerrada", expresó el funcionario.
El gobierno nicaragüense renuncia a lo que consideran un "mecanismo infernal" y asegura que su país "no es colonia de nadie, por lo tanto no es parte de un ministerio de colonias".
"Nos retiramos inmediatamente en absoluta dignidad, ratificamos, eso sí, nuestro respeto, cariño y reconocimiento, a Cuba y Venezuela, heroicos, y a los pueblos que valientemente libran sus luchas, y que nos han acompañado y acompañan en las batallas", expresó Moncada.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, compartió un comunicado donde alerta de que el gobierno de Nicaragua tiene responsabilidades dentro de la organización y que está obligado a cumplirlas.
"Si bien ha denunciado su Carta, esta denuncia solo entrará en vigor a fines del año 2023, sujeta a que para entonces este país haya cumplido con todas las obligaciones que el Sistema Interamericano le impone a todos sus miembros, en el respeto y cumplimiento de sus fines y propósitos. Hasta tanto, Nicaragua es miembro pleno de la Organización y debe cumplir con todos sus compromisos", señala el texto.
Indica además que el "artículo 33 de la Carta de la OEA garantiza la inmunidad de sus actividades en los países miembros". El abandono de la organización se entiende como una "violación de las más elementales normas internacionales".
Nicaragua es miembro fundador de la OEA. Desde noviembre había anunciado su posible salida de la organización cuando esta rechazó la legitimidad de las elecciones celebradas en el país, que mantenían en el poder a Ortega por un nuevo período de gobierno.
Hace cuatro años la OEA inició el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra Nicaragua por señalamientos de violaciones de derechos humanos contra Ortega en 2018. Desde entonces las relaciones entre el país centroamericano y la organización estaban en un delicado punto.
En noviembre legisladores nicaragüenses pidieron a Ortega denunciar la Carta Democrática de la OEA para sacar al país del grupo internacional.
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