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La edición 30 de la Feria Internacional del Libro de La Habana inició este 20 de abril en la fortaleza San Carlos de la Cabaña, a más de un año de su suspensión, como consecuencia de la severa crisis sanitaria que provocó en la isla el COVID-19.
Un tuit del Instituto Cubano del Libro reveló el comienzo de uno de los mayores eventos culturales que se realizan en Cuba, que en esta ocasión se extenderá hasta el próximo 30 de abril y tiene a México como país invitado de honor.
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Una publicación de la Secretaría de Cultura de esa nación reveló que a la inauguración acudió el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien se reunió con la Secretaria mexicana del sector, Alejandra Frausto Guerrero.
Díaz-Canel agradeció el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador en materias económicas y políticas, en tanto Frausto Guerrero significó que México es el único país que ha sido invitado de honor a la Feria en dos ocasiones y destacó la presencia de importantes escritores mexicanos como Paco Ignacio Taibo II y Mario Bellatin.
El certamen también está dedicado a los intelectuales cubanos Luis Álvarez Álvarez, Premio Nacional de Literatura en 2017, y Alberto Prieto Rozos, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas. La Feria, que reúne en sus espacios a un gran número de personas, llega a la capital del país cuando todavía los contagios diarios por coronavirus superan los 320.
Tras el cierre capitalino del certamen, este comenzará su recorrido por el resto del país, aunque todavía no se conocen detalles sobre la distribución de los libros, las presentaciones y actividades colaterales en ninguna provincia. Tampoco se han revelado las medidas de protección sanitaria que se emplearán en cada territorio.
En la actual edición de la Feria los organizadores recordarán el 120 aniversario del natalicio de Nicolás Guillén, los centenarios de Carilda Oliver Labra y Jesús Orta Ruiz "El indio Naborí", los 140 años de la publicación del poemario Ismaelillo de José Martí y de la novela Cecilia Valdés o La Loma del Ángel de Cirilo Villaverde.
Además de su sede habitual en La Cabaña, en esta oportunidad el evento también llega a varios espacios en el Centro Histórico de La Habana y otras 11 subsedes en El Vedado, La Finca de los Monos y la Feria Agropecuaria de Rancho Boyeros. Se espera que durante los últimos cuatro días, las actividades se extendiendan hasta todos los municipios de la capital.
Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, dijo al diario oficialista Juventud Rebelde que a la Feria asisten más de 300 invitados de 35 países y aseguró que se presentarán más de 900 novedades editoriales y una producción superior a los cuatro millones de ejemplares, en formato impreso. Asimismo, un millar de títulos digitales estarán a la disposición del público interesado.
En un inicio, la edición 30 de este certamen estaba prevista para febrero de 2021, sin embargo, el panorama epidemiológico de la isla impidió sus actividades, caracterizadas por gran concurrencia de público y colas larguísimas para adquirir los libros y los otros productos asociados que se comercializan por marcas internacionales. Tampoco se pudo realizar en febrero del año en curso pues los contagios por coronavirus se mantenían elevados.
A pesar de su habitual masividad y altos niveles de aceptación, la Feria Internacional del Libro constituye otro espacio en el que la censura limita la participación de escritores e intelectuales contestatarios y con posturas contrarias al gobierno.
En la edición de 2019, el periodista independiente Roberto de Jesús Quiñones Haces denunció que fue arrestado por la policía de Guantánamo cuando se disponía a viajar a La Habana para participar en el certamen literario.
En esa oportunidad Quiñones Haces subrayó que su viaje a la capital tenía un carácter estrictamente cultural, pues pensaba comprar algunos textos que, por la mala distribución que hacen las autoridades del sector, no suelen llegar a las provincias más orientales.
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