Un ataque de Rusia contra la estación de trenes de Kramatorsk, en el este de Ucrania, dejó este viernes al menos 39 muertos y 87 heridos, según cifras preliminares.
Las autoridades ucranianas denunciaron que dos proyectiles impactaron en la estación, que estaba repleta de personas que intentaban trasladarse a zonas más seguras del país.
Kramatorsk, de alrededor de 165,000 habitantes, está situada al norte de la región de Donetsk, en el Donbás, y se ha mantenido bajo control de Kiev pese a los intentos de conquista de los rebeldes separatistas prorrusos desde el alzamiento de 2014.
Pavlo Kyrylenko, gobernador de la región de Donetsk, dijo que miles de civiles se encontraban en la estación en el momento del impacto de los cohetes, en lo que describió como un ataque deliberado.
"Querían sembrar el pánico y el miedo, querían llevarse al mayor número posible de civiles", señaló.
Kyrylenko publicó una fotografía en la que se ven varios cadáveres en el suelo junto a montones de maletas y otros equipajes.
“Es una maldad sin límites”, denunció en Telegram el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, sobre el ataque.
El Kremlin, que desde el pasado 25 de marzo ha situado como prioridad en su estrategia militar la conquista de Donbás, ha negado la autoría del ataque.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que los misiles que impactaron en la estación eran usados solo por los militares de Ucrania y que las fuerzas armadas de Rusia no tenían objetivos asignados en Kramatorsk este viernes.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, condenó el "ataque indiscriminado" en Kramatorsk.
"Se trata de un nuevo intento de cerrar las vías de escape a quienes huyen de esta guerra y esta causa injustificadas", escribió en Twitter.
Las autoridades ucranianas dicen que Rusia está reagrupando fuerzas tras retirarse de la periferia de la capital, Kiev, con el fin de poner en marcha una nueva ofensiva para intentar obtener el control total de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, parcialmente en poder de los separatistas respaldados por Moscú desde 2014.
El Estado Mayor ucraniano dijo este viernes que las fuerzas rusas están centradas en la captura del asediado puerto suroriental de Mariúpol, en los combates cerca de la ciudad oriental de Izyum y en los avances de las fuerzas ucranianas cerca de Donetsk.
El ataque contra Kramatorsk se produce cuando las autoridades ucranias aún tratan de contabilizar los civiles muertos tras el paso y retirada de las tropas rusas en localidades al norte de la capital, como Bucha, símbolo ya de la barbarie de la invasión ordenada por Vladímir Putin, pero también Irpin o Borodianka.
Mientras tanto, prosiguen los esfuerzos para evacuar a los civiles del este y el sur de Ucrania, que están en riesgo de ser víctimas de ataques rusos.
Los residentes de las zonas del norte de Kiev, reconquistadas a las fuerzas rusas, siguen asimilando el horror de una ocupación que ya cumple seis semanas.
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