El gobierno cubano anunció un grupo de medidas que pretenden solucionar el déficit de agua potable en la población, fundamentalmente de los más de 400 mil que reciben el líquido en pipas o los que sufren afectaciones en los horarios del servicio.
Inés María Chapman Waugh, viceprimera ministra del gobierno cubano, dijo este martes en una reunión con los presidentes municipales del Poder Popular que las medidas se adoptan para frenar la sequía que enfrenta el país desde hace 12 meses, de acuerdo a una nota de prensa que publicó el Parlamento Cubano.
Los datos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos revelan que en el último año solo cayeron en Cuba 1,174.3 mm de precipitaciones, lo que representa el 88 % del valor histórico, y ubica ese período en el décimo tercero más seco desde principios del siglo pasado.
El plan de Chapman Waugh tiene al ahorro como principal medida y afectará a entidades estatales y particulares, así como la realización de unas 206 inversiones, reparaciones y actividades para eliminar el abasto de agua potable con pipas, que beneficiará a 635,986 habitantes, siempre según los datos oficiales.
A tono con el discurso del gabinete que integra la viceprimera ministra cubana y de acuerdo a la planificación centralizada del gobierno comunista se prometió dar seguimiento a todas las acciones aprobadas y garantizar su cumplimiento, el funcionamiento óptimo de la infraestructura, la sostenibilidad, la aplicación de tecnologías alternativas y "estudios científicos en la búsqueda de soluciones".
La funcionaria cubana agregó que la industria nacional debe incrementar su participación en los programas estatales; resaltó la necesidad de modernizar las técnicas de riego en la agricultura y que es muy importante reordenar el servicio de distribución de agua potable en pipas.
El informe oficial ni los reportes de la prensa estatal mencionaron datos actualizados sobre la cantidad de ciudadanos que se encuentran afectados actualmente por el déficit de agua potable.
De acuerdo a reportes recientes, en Cuba hay casi un millón de ciudadanos que tienen diferentes problemas para abastecerse de ese líquido vital, de ellos casi la mitad lo reciben en horarios y frecuencias que no son las establecidas por el mismo gobierno.
Guantánamo, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Sancti Spíritus, La Habana y Artemisa son los territorios donde, según los datos oficiales, se registran las mayores insatisfacciones de la población.
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