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Los arcos metálicos que adornaban la llamada Tribuna Antimperialista de La Habana están siendo desmontados como parte de la remodelación de este espacio ubicado frente a la embajada de Estados Unidos, en el malecón de la capital cubana.
Luego de una veintena de años soportando el salitre del mar, los arcos que simbolizaban la “unidad del pueblo cubano” estaban completamente corroídos por el óxido y lucían como elementos herrumbrosos en una plaza que, entre el desuso y las chapucerías del urbanismo del régimen, era la imagen de una nación desarbolada por el desgobierno de la “continuidad”.
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“Las últimas piezas de la oxidada ‘tribuna antiimperialista’ frente a la Embajada de Estados Unidos en La Habana están siendo desmontadas. Los trabajadores habían estado construyendo un nuevo monumento de cemento de una bandera cubana, pero ahora parece que han detenido la construcción allí por el momento”, reportó este martes Patrick Oppmann, corresponsal de CNN en La Habana.
Compartiendo una imagen de las obras de desmontaje, el periodista aludió al último elemento incorporado a la reforma que desde 2019 ejecuta el gobierno cubano en este espacio público: una inmensa bandera de hormigón armado que provocó las burlas de muchos usuarios en redes sociales que la apodaron “la guillotina”.
“En nuestra Tribuna Antimperialista se levanta ya esta monumental obra: nuestra bandera ‘que no ha sido jamás mercenaria, y en la cual resplandece una estrella con más luz, cuanto más solitaria’”, publicó hace justo un año la Empresa de Construcción y Mantenimiento (ECOM), encargada de la ejecución de la obra.
Los cuatro arcos de acero estaban colocados de mayor a menor, a partir del escenario. Según Ecured, los arcos representaban la unidad del pueblo cubano, “imprescindible en todos estos años de lucha”.
Montados sobre dados de concreto de 2 metros de altura; los arcos cumplían supuestamente con “el propósito de garantizar que llegue con buena acústica a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, todo lo que dicen y hacen los cubanos en este lugar”.
A finales de mayo de 2019 y tras observarse obras de demolición en el emplazamiento, CiberCuba publicó que la Tribuna Antimperialista José Martí de La Habana estaba siendo demolida. Al día siguiente de publicada la información, el sitio oficialista Cubadebate sacaba una nota donde aseguraba que las obras obedecían a una remodelación.
“Bajo ninguna circunstancia vamos a demoler la Tribuna, no tendrá otro fin que seguir siendo la plaza por excelencia para la lucha contra el imperialismo”, afirmó a ese medio Orestes Llanes Mestres, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial (CAP).
Tres años después, la remodelación de la Tribuna Antiimperialista sigue inconclusa y plagada de errores técnicos, más allá de que su aspecto actual parece haber conseguido lo imposible: lucir todavía más horrorosa que la anterior.
La Tribuna Antiimperialista "José Martí" fue una de las tantas ideas de Fidel Castro que implicó un elevado gasto de recursos materiales y horas. La obra comenzó a construirse el 15 de enero de 2000 y concluyó en 80 días de trabajo ininterrumpido, en los que laboraron 1,988 obreros, técnicos, arquitectos e ingenieros de varias provincias en jornadas intensas.
La idea de construir esa instalación surgió a raíz de la campaña propagandística conocida como la Batalla de Ideas y las movilizaciones masivas por el retorno del niño balsero Elián González a Cuba. El lugar se seleccionó por su proximidad al edificio de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
Desde entonces fue escenario de marchas contra la entonces Oficina de Intereses de Estados Unidos y, en los últimos años, de presentaciones de diversos grupos de música tanto cubanos como extranjeros.
En 2019, el sitio fue objeto de demolición con el propósito de reformar su diseño y cambiar varios elementos en mal estado por el salitre del mar, como las astas de banderas que hacían el papel de un “bosque” (Monte de las Banderas) que tapaban la vista de unas pantallas led puestas en la Oficina de Intereses, en las cuales se leían mensajes de apoyo a los derechos humanos.
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