La emprendedora cubana Katia Simone revoluciona el mundo de la cosmética natural en España con su compañía AOKlabs África, que apuesta por el uso de la manteca de karité.
La empresa surgió en plena pandemia y en la actualidad sus productos están a la venta en más de 500 farmacias españolas, donde se les reconoce por sus propiedades hidratantes y nutritivas, según un reporte de la agencia de noticias EFE.
Desde 2018, Simone, quien nació en La Habana, comenzó a desarrollar la marca tras comprobar los beneficios del karité en la piel de su hijo Piero, de seis años. La manteca se obtiene de una planta de igual nombre que crece en África y se conoce como el árbol de la mantequilla.
La emprendedora cubana supo de las propiedades de este producto por su madre, que lo usaba desde que ella era pequeña, por lo que siempre tuvo una gran presencia en su vida, marcada también por la herencia cultural de su padre, natural de Guinea-Bissau.
Simone pudo viajar a ese país en 2012 y aseguró sentirse como en casa, pues comprobó de primera mano cómo las mujeres trabajaban la manteca de karité y recolectaban los frutos para elaborarla, en un proceso marcado por la religiosidad.
“El oro africano se extrae siguiendo una tradición ancestral y respetuosa con el medio ambiente; las mujeres recolectan los frutos del karité, también del baobab y la moringa, y los convierten en aceites esenciales por primera presión en frío”, explicó.
Aseguró que todo se realiza de manera artesanal para preservar las propiedades de la manteca que en la cosmética internacional es relativamente desconocida, pues no suele utilizarse en su forma pura, sino a partir de procesamientos químicos que alteran sus características nutritivas e hidratantes.
Luego de tres años viviendo en Portugal, la empresaria cubana decidió trasladarse a Sevilla, y fue en 2020 cuando junto a su pareja decidió emprender su propio negocio. Según cuenta, a través de la organización sin fines de lucro Global Shea Alliance (GSA), logró establecer contacto con una cooperativa de mujeres que elabora en la ciudad de Kanvli, Ghana, los principios activos con los que trabaja ahora su marca.
El producto estrella de AOKlabs África es una crema hidratante que lleva por nombre Oro Africano y cuya imagen es ella misma abrazando a su hijo. No obstante, se han ido expandiendo hasta Pure life, una línea que incluye gel desmaquillante, serum de baobab y moringa, body milk reafirmante, Black Radiance-hidratante de día y contorno de ojos.
Además, lanzaron hace pocas semanas un nuevo revitalizante para el rostro, las ampollas Perfect night. Todos los artículos son 100% ecológicos, certificados y testados dermatológicamente en pieles sensibles.
Para Simone, una parte fundamental del negocio es empoderar a las mujeres a partir de su propia experiencia, pues a pesar de ser negra y emigrada, ha logrado posicionarse en el competitivo mundo de la dermocosmética natural en España.
Para ello, da empleo a unas 68 personas de forma directa e indirecta, entre ellas las mujeres ghanesas de la cooperativa donde se elaboran los aceites bases. En 2021, la facturación de la compañía fue de un millón de euros, cifra que esperan aumentar hasta los cinco o seis millones este año.
La empresa, con base en Sevilla, cuenta con representaciones también en Huelva y Cádiz, pero el propósito de su creadora es crecer y llegar a las 50 provincias españolas. Su éxito ha sido tal, que a inicios de marzo fue invitada a un foro organizado por la escuela de negocios ESIC Sevilla y el Foro Marketing Sevilla a propósito del Día Internacional de la Mujer.
En diciembre de 2021, estuvo presente en la tercera Jornada DermoCOFM, un exclusivo evento realizado en Madrid y dirigido a profesionales del sector farmacéutico con interés por la Dermofarmacia. Este 25 de marzo participó en INFARMA, otro certamen desarrollado en la capital española.
Asimismo, recibió el Premio ASTER de Andalucía Occidental que otorga la escuela de negocios ESIC Business & Marketing School. Simone asegura que revolucionará la cosmética natural, devolviéndola a sus principios manuales y artesanales, abandonados en Occidente desde finales del siglo XIX.
Una historia similar a la de Simone protagoniza la emprendedora cubana Gabriela Trujillo, quien en Hialeah, Estados Unidos, creó una colección completa de maquillaje para la película Encanto, una inédita colaboración de una compañía hispana con Disney. Trujillo fundó Alamar Cosmetics, una empresa que tiene como objetivo representar a las mujeres cubanas, caribeñas, sudamericanas.
Otra triunfadora en el mundo de la moda es la cubanoamericana Kathleen Fuentes, más conocida como Kathleen Lights, quien logró lanzar una colección de edición limitada de esmaltes de uñas con la popular serie de televisión estadounidense Friends. La edición limitada lleva por nombre Friends x Lights Lacquer y cuenta con ocho colores diferentes de esmaltes veganos.
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