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Durante el año en curso, Cuba incorporará más de 100 mil vehículos armados por piezas o transformados al parque vehicular que ya rueda por el país, según informaron autoridades este lunes en medios oficialistas.
El aumento en las calles cubanas de vehículos construidos a partir de piezas y partes se debe a la relajación del marco regulador que supuso la Resolución 200 del ministerio del Transporte (Mitrans), que abrió la puerta a la homologación de estos en agosto del pasado año.
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Las autoridades del Mitrans estiman que esta medida supondrá un aumento de “más de 100,000 vehículos armados” por los cubanos, circulando por las vías del país. “Esto influirá en la circulación y seguridad vial, aumentando las congestiones y la vulnerabilidad de estos medios”, señaló Reinaldo Becerra Acosta, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial.
La declaración del funcionario al periódico Granma apunta a la preocupación de las autoridades del país por el aumento de la siniestralidad en las calles cubanas en los últimos tiempos.
Con la normativa, el gobierno de Miguel Díaz-Canel pretende paliar la crisis del transporte que atraviesa el país como resultado de una recesión económica sin precedentes. A tal fin también apuntan las medidas adoptadas para aumentar el parque de motos y ciclomotores, gracias a los cuales, según el órgano oficial del partido comunista, el parque vehicular del país se incrementó en un 5,5 % en 2021.
No obstante, conscientes del riesgo que supone homologar vehículos ensamblados de manera artesanal con aquellos fabricados por industrias automotrices, las autoridades del Mitrans establecieron un período de solo dos años para registrar tales medios de transporte, desde la entrada en vigor de la Resolución.
La homologación de vehículos motorizados ensamblados por la población, construidos a partir de piezas y partes, pretende dar respuesta a las demandas durante décadas de la población, pidiendo a las autoridades cierta flexibilidad para circular sin depender del nefasto servicio público de transporte.
No obstante, la normativa permite a cada propietario homologar un solo vehículo de motor, sean vehículos de motor, remolques y semirremolques luego de ser aprobados por un equipo de especialistas que los valora.
“Estos vehículos se asemejan mucho, por sus características y estructura, a los que se fabrican industrialmente. Lo que nos queda es hacer la revisión de los mismos para saber si reúnen o no los requisitos técnicos para su presencia en la vía pública”, indicó a finales de julio Mario Pérez Ventura, Director General de Transporte Automotor del MITRANS.
El funcionario reconoció en el noticiero que actualmente existen muchos vehículos cuya producción es similar a la de un proceso industrial. Según explicó, en aquel entonces existían más de 40 mil vehículos de fabricación artesanal en el país, la mayoría de los cuales se localizaban en zonas rurales o de difícil acceso.
Autos, motos, triciclos motorizados, camiones y medios de arrastre producidos en talleres de mecánica nacional, ensamblados a partir de piezas industriales o artesanales, empezaron a circular legalmente en la vía pública desde el 4 agosto.
La nueva normativa estableció también los pasos a seguir por los propietarios para la homologación y certificación de sus medios de transporte.
En primer lugar, el propietario deberá presentar las facturas de adquisición de las partes y piezas utilizadas en estos vehículos o declaración jurada que acredite su legalidad, la que puede redactar ante la comisión.
Además, deberá aportar fotocopia del carné de identidad del propietario y tres fotos impresas tipo postal del vehículo: frontal, lateral y trasera.
Según Granma, el proceso de inscripción de los ciclomotores y motos producirá un incremento de cerca de 350,000 vehículos circulando en 2022.
Sin embargo, en redes sociales, son muchos los cubanos que reportan accidentes en los que se ven involucrados autos y motos que los cubanos mantienen en funcionamiento gracias a su invención, pero que no ofrecen garantías de seguridad, por mucho que procuren cierto alivio a sus propietarios ante la ineficiencia de un gobierno incapaz de resolver el añejo problema del transporte en Cuba.
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