La periodista española Ana Hurtado llamó mercenarios y delincuentes a los cubanos que se manifiestan en contra de la llamada “revolución” y declaró que su modelo político predilecto era el de Cuba y no el de su país.
Hurtado, quien participó este martes en el espacio Mesa Redonda de la televisión estatal cubana, aseguró que “en España están intentando lavar la cara de la contrarrevolución” ante lo que consideró el desprestigio del exilio cubano en Miami.
Lo más leído hoy:
“La imagen de la contrarrevolución en Miami está por los suelos, porque han descubierto que son unos mafiosos y unos delincuentes”, afirmó la periodista, declarada admiradora del régimen de La Habana.
Según confesó, su “enamoramiento” con Cuba surgió en sus tiempos de estudiante universitaria en España, cuando escuchó un discurso del dictador Fidel Castro en la ONU. “Fidel me cambió el pensamiento y me enamoré de la revolución cubana. Vengo de una familia socialista, pero el socialismo de Cuba es en el que yo creo”, aseguró.
En su descripción de los activistas de la sociedad civil cubana exiliada en España, la joven dirigió sus dardos contra el cantante Yotuel Romero, uno de los protagonistas del tema “Patria y Vida”.
Según Hurtado, “es muy fuerte que en la Televisión española se le dé espacio a una persona como Yotuel Romero, diciendo que Cuba es una dictadura, que no se respetan los derechos humanos y todas esas barbaridades que él dice”.
“Es muy fuerte que la televisión pública española dé espacio a estos personajes, con dinero que pagamos todos los españoles”, señaló la invitada, sin reparar que la televisión pública cubana -la única que existe y está en poder del régimen- le estaba concediendo un espacio protagónico para difundir su mensaje de odio y división entre cubanos, pagando con dinero público su complicidad con la manipulación, la desinformación y la propaganda del régimen.
Por si no había quedado claro su mensaje, Hurtado repitió: “Este es el tipo de personas que hacen contrarrevolución en España: delincuentes y mercenarios, y gente de esta índole; pero nosotros somos más y venceremos... ya estamos venciendo”.
La periodista, que se considera una activista del régimen cubano en España también denunció a los activistas cubanos que se manifiestan frente al consulado cubano en Barcelona, contra quienes ha interpuesto varias denuncias, según dijo. Ninguna de ellas ha prosperado ante la justicia.
“Las autoridades españolas están blanqueando el fascismo en las calles”, indicó Hurtado ante la no admisión a trámite de sus denuncias, que la justicia de su país considera que vulneran la libertad de expresión de los manifestantes cubanos frente al consulado de Barcelona. "Dicen que les asiste el Artículo 21 de la Constitución Española, que consagra el derecho a la libertad de expresión”. En realidad es el Artículo 20.
Tras asegurar que el cónsul cubano ha recibido insultos y amenazas por parte de los manifestantes, la periodista dijo que “esas manifestaciones no se permitirían frente a las embajadas de EE.UU. o Israel”, mintiendo descaradamente o dejando en evidencia su ignorancia, como puede comprobarse con una simple búsqueda en internet.
También dijo que la policía española tiene que revisar el auto del cónsul cubano antes de que este suba, “en busca de artefactos explosivos”. Para Hurtado, esas presuntas amenazas sobre los diplomáticos cubanos no son ejemplos de libertad de expresión. “Eso es ser delincuentes y mercenarios”, repitió una vez más.
“En Madrid son pocos, pero en Barcelona se lograron juntar en un grupo de gente que iba todos los días a las puertas del consulado, violando leyes internacionales como el convenio de Viena, por el cual el Estado español tiene que brindar una protección a los diplomáticos. No solo seguridad, sino protección psicológica, a su dignidad...”, señaló.
Además de repasar la Constitución de su país, Hurtado haría bien en revisar la Convención de Viena -no el convenio, como dijo en la Mesa Redonda-, en especial sus artículos 22 y 29. La dignidad y la psique de los diplomáticos del régimen cubano tendrán que esperar por el Tratado que surja de la mente de Ana Hurtado.
Archivado en:
