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La curadora de arte y activista cubana por los Derechos Humanos, Anamely Ramos, exigió respuestas a funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington, Estados Unidos, sobre el destierro que le ha impuesto el gobierno de la isla.
"Los de la Embajada salieron en carro, más de diez. Y los del consulado tuvieron que esperar afuera. Ahí dio tiempo a que les preguntara quién me va a dar una respuesta a mí, como ciudadana y residente cubana", dijo Ramos en Facebook.
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La activista considera vergonzoso que Cuba tenga una embajada en Estados Unidos, con funcionarios incapaces de dar respuesta a su caso. La profesora fue desterrada por su propio gobierno, sin tener residencia en otro país y está obligada a asumir un estatus migratorio irregular en Estados Unidos.
"Es vergonzosa esa actitud cobarde, de personas que se esconden tras la máscara, que no tienen ni voz ni personalidad. En eso convierte una dictadura a las personas: en zombies. ¡Seguimos! Que nadie piense que esta maquinaria es inofensiva, ella es el rostro "blando" de un poder feroz que mata y no se detiene ante nada", expresó.
La protesta de Ramos frente a la sede diplomática cubana en Washington comenzó el 8 de marzo. Antes se había manifestado en Miami, frente a la oficina de American Airlines, compañía estadounidense que por orden del gobierno cubano le prohibió volar a la isla.
American Airlines recibió una notificación del teniente coronel del Ministerio del Interior (MININT) Néstor Moreira Payrol, que informaba, sin más argumentos, que la activista no es admitida en el territorio nacional. Esta fue la razón por la que en dos ocasiones se le ha impedido volar a la isla.
Ramos sostiene su protesta exigiendo una solución a su caso. Asegura que su intención no es pedir asilo político en Estados Unidos sino volver a Cuba.
La activista ha reconocido en varias ocasiones que sabe a todo lo que se expone con su regreso a su tierra natal. Entiende que incluso podría ir a prisión, porque ha dicho que no volverá a la isla a estar en su casa en silencio, su objetivo es continuar visibilizando la represión del Estado y la existencia de presos políticos en Cuba.
A inicios de marzo Ramos anunció su salida del Movimiento San Isidro. Aseguró que es una decisión que meditó con detenimiento. Explicó que su entrada al movimiento se debió a la cercanía que tenía con Maykel "Osorbo" Castillo y con Luis Manuel Otero Alcántara, líder del MSI.
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