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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes más restricciones al comercio con Rusia, en otro esfuerzo por castigar al gobierno de Vladimir Putin por la invasión de Ucrania,
En alianza con los miembros de la Unión Europea y el Grupo de los Siete (G7), conformado por Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, la administración Biden busca aumentar los aranceles sobre los productos rusos e impedir a Rusia la solicitud de préstamos a instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
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Además, el gobierno estadounidense firmará una orden ejecutiva que prohibirá importaciones desde Rusia a Estados Unidos de productos como los mariscos, el vodka y los diamantes no industriales. Algo que supondría una pérdida de más de mil millones de dólares para la economía rusa.
“Putin debe pagar el precio”, aseguró el mandatario.
El presidente explicó que al revocar el estatus comercial normal permanente de Rusia le haría más difícil hacer negocios con Estados Unidos y que, al hacerlo al unísono con otras naciones que conforman la mitad de la economía global, esto será un "golpe demoledor a la economía rusa”.
Moscú se beneficiaba hasta el momento del estatus de "nación más favorecida", lo que le permite el libre intercambio de algunos bienes y servicios.
La medida debe aún aprobarla el Congreso, aunque no se espera ninguna oposición a implementarla, considerando que cuento con apoyo bipartidista.
Además, Biden planea prohibir las exportaciones estadounidenses de artículos de lujo a Rusia, incluidos relojes de alta gama, vehículos, alcohol, joyas y prendas de vestir, así como nuevas inversiones estadounidenses en distintos sectores de la economía rusa, aparte del energético.
No obstante, expertos en comercio referidos por el diario The New York Times señalaron que si bien la medida tendría un gran simbolismo, su impacto económico sería limitado en comparación con las sanciones ya impuestas. En 2019, Rusia fue el vigésimo mayor proveedor de mercancías para Estados Unidos, sobre todo con productos energéticos y químicos y metales.
Chad Bown, investigador principal del Instituto Peterson de Economía Internacional, sostuvo que la medida elevaría los aranceles estadounidenses sobre los productos rusos del tres por ciento a alrededor del 32 por ciento en promedio, pero que "el impacto comercial en Rusia de tal aumento de aranceles sería pequeño, ya que Estados Unidos no es un destino de exportación particularmente importante para los productos rusos”.
Biden enfatizó que los países del G7 trabajarán para cortar a Rusia cualquier fuente de financiación procedente de instituciones financieras internacionales.
"No puede seguir amenazando los fundamentos de la paz y la estabilidad internacional y luego pedir ayuda financiera a la comunidad internacional", enfatizó.
Al comienzo de esta semana el gobierno de Estados Unidos también decidió prohibir la importación de petróleo, gas y carbón de Rusia, en respuesta a los ataques de Rusia a Ucrania.
Biden también se comprometió a evitar una confrontación directa entre la OTAN y Rusia, porque consideró que desencadenaría la "Tercera Guerra Mundial", aunque aseguró que Estados Unidos está decidido a defender cada pulgada del territorio de los aliados y a ayudar la resistencia del pueblo ucraniano frente a los invasores.
"No vamos a permitir que estos seudoemperadores como Putin se apoderen del mundo", manifestó el presidente.
El jueves, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley bipartista para proporcionar ayuda de emergencia a Ucrania por $13,600 millones de dólares.
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