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Los periodistas independientes cubanos Esteban Rodríguez y Héctor Luis Valdés Cocho, que podrán permanecer un año en México, tras la concesión de sendos visados humanitarios, agradecieron este sábado la solidaridad de familiares y amigos en la última etapa de su trance migratorio, desde que fueron desterrados por el gobierno cubano, en enero pasado.
¡Estamos bien! Han sido días difíciles tanto para Esteban Rodríguez como para mí; pero cada dificultad que hemos pasado, en cada situación de estrés, en cada trauma que hemos sufrido; siempre ha estado la mano amiga para hacer de esos momentos un poco más fácil de digerir, escribió Valdés Cocho en su Facebook.
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El reportero desterrado agradeció la buena voluntad de instituciones y personas que los apoyaron, desde enero, cuando fueron expulsados de Cuba, aclarando que no era necesario identificarlos porque fueron solidarios, sin pretender reconocimiento.
Valdés Cocho pidió disculpas por las preocupaciones y la incertidumbre que él y su compañero de destierro causaron a familiares, amigos y a exiliados cubanos, que entendieron su decisión de "bajar el perfil", en determinados momentos, para autoprotegerse y aseguró que su salud se va recuperando.
Esteban y yo nos reuniremos pronto, por el momento, gozaremos de esta paz que nos brinda la estabilidad y, por la gran hermandad que nos une,seguiremos caminando juntos, concluyó Valdés Cocho.
Por su parte, Esteban Rodríguez agradeció a su madrina, familiares, amigos y a la bendición de Shangó la resolución del viacrucis migratorio, sufrido junto a Valdés Cocho, y recordó que ha vivido un año difícil, pues salió directamente de la cárcel habanera "Combinado del Este", donde permanecía preso desde abril, hacia el aeropuerto internacional José Martí.
La intención de ambos reporteros, una vez expulsados de Cuba el 4 de enero, era llegar a Nicaragua, pero el régimen de Daniel Ortega les denegó la entrada, pese a que los cubanos están exentos de visados para entrar en ese país centroamericano y quedaron varados en El Salvador, donde recibieron asistencia de colegas, organizaciones humanitarias y el exilio, tras un forcejeo burocrático con el gobierno de Nayib Bukele.
Pese a que el gobierno de México asegura que los periodistas cubanos entraron "irregularmente" a la nación azteca, ambos recibieron un visado humanitario que legaliza su estatus migratorio por un año.
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