El Movimiento San Isidro (MSI) invocó este miércoles la Declaración Universal de los Derechos Humanos, para impugnar la decisión del gobierno cubano de impedir la entrada a Cuba de la activista por la democracia Anamely Ramos.
El grupo compartió en su perfil de Facebook el artículo 13 de la Declaración, que respalda la libertad de movimiento por el mundo de todas las personas, para exigir el derecho de Ramos de retornar a su país.
"1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país", citó en la publicación.
Ramos, miembro del MSI, anunció este miércoles en sus redes sociales que regresaba a Cuba tras más de un año fuera.
Sin embargo, al llegar al Aeropuerto Internacional de Miami la aerolínea American Airlines le informó que no podía viajar a su país de origen porque el gobierno cubano no la dejaba entrar.
La activista acusó a la compañía aérea de violar sus derechos humanos al impedirle tomar el avión, bajo el argumento de que sigue los dictados del gobierno de La Habana.
"Tengo un pasaje hoy para Cuba y la aerolínea me dice que Cuba mandó un mensaje de que yo no puedo entrar a mi país. Estamos aquí discutiendo con la aerolínea, tratando de que entiendan de que, independientemente del acuerdo que puedan tener con el gobierno cubano, yo soy residente cubana", declaró la también curadora de arte y académica cubana.
Explicó que, además de ser ciudadana cubana y residente en la isla, no posee residencia "en ningún otro país del mundo", y acusó a American Airlines de contribuir a que Cuba viole sus derechos.
"Tengo una visa de turismo de una sola entrada, por lo tanto, no me puedo quedar ilegal aquí. Si ellos no me dejan montar en el avión, ellos están contribuyendo a que yo me quede ilegal en Estados Unidos", precisó.
Ramos anunció que no pensaba irse del aeropuerto. "Me voy a quedar a vivir en el aeropuerto, porque yo voy a regresar a Cuba", dijo.
La activista lleva poco más de un año fuera de su país, del cual salió a inicios de enero de 2021 rumbo a México para realizar un doctorado en Antropología en la Universidad Iberoamericana. En octubre viajó a Florida, Estados Unidos, y allí se encuentra desde entonces.
En todo este tiempo no ha dejado de hacer activismo a favor de la libertad de Cuba, participando en manifestaciones y denunciando las violaciones de los derechos humanos en la isla.
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