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El humorista cubano Limay Blanco anunció que va a detener su labor humanitaria hasta que tenga un local ajeno a su casa en el que pueda seguir ayudando a personas necesitadas.
Después de casi tres años recolectando medicamentos para entregarlos a personas con problemas de salud que no encuentran medicinas en las farmacias, el actor confesó que haber dedicado su vivienda a hacer todo ese trabajo lo está afectando a él y a su familia.
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"Voy a parar, hasta que yo no tenga un local no voy a seguir. ¿Qué es lo voy a hacer yo? Los videos: 'Necesito esto'. Y una persona se va a encargar de mi teléfono, una segunda persona se va a encargar de repartir los medicamentos, y otra se va a encargar de leer comentario por comentario, porque aunque tú no lo creas, hay comentarios que me afectan", detalló.
Limay subrayó que necesita comprar un local para desarrollar su proyecto "Cristo cambia vidas" fuera de su casa, que se ha convertido prácticamente en una farmacia y en un almacén a donde cientos de personas van cada día a buscar medicamentos gratis.
"Yo quiero, cuando salga de la farmacia, por ejemplo, llegar a mi casa y acostarme a dormir. Dejar mi trabajo en el trabajo, mi casa ahora mismo es mi trabajo, no puede ser. Eso me está afectando a mí en mi matrimonio y en mi familia. Yo hace rato no veo a mi hijo, no veo a mi mamá; a Maily no la veo, Maily está en la casa y no la veo por estar haciendo estas cosas", relató.
El humorista pidió ayuda a las iglesias de Cuba para adquirir un local, el cual debe tener espacio suficiente para alojar una oficina y un almacén, y donde una persona atenderá las solicitudes durante las 24 horas.
Él, cristiano practicante, comenzará una gira por iglesias de varias provincias para actuar y recaudar fondos.
"No me llames para medicamentos, no tengo medicamentos, Tengo un proyecto que lo voy a hacer", demandó.
Limay recordó que en una ocasión alguien le donó 4,000 pesos para comprar un terreno y él cogió ese dinero para medicinas.
"Nadie entendió eso, ¿y quieren que les diga lo que más me dolió?, que las personas a las que se les dio esos medicamentos, ninguna salió en defensa mía cuando estaba todo el mundo escribiendo. No importa, yo lo voy a hacer para agradar a Dios", afirmó.
Horas después de compartir la noticia, ya empezó a recibir donaciones para la adquisición del local.
"Un extranjero trajo medicamentos y 500 USD para la compra del terreno. Cristo cambia vidas, ya falta menos gloria a Dios", expresó el humorista agradecido.
Otras personas en su muro de Facebook le brindaron su apoyo y preguntaron a dónde pueden enviar dinero.
Limay había compartido un video anterior, en el que anunciaba su decisión de detener la recolección y distribución de fármacos hasta encontrar un local.
"Tengo pesadillas (...) y la gente no entiende eso. Me voy a volver loco. Fíjate todos los videos que yo hago, ¿a qué hora son? De madrugada, porque no duermo. Y es metido en esto", explicó.
El comediante pidió perdón a todos los que le han escrito queriendo ayudar y él no les ha contestado.
"En el video trataré de explicar sin hacerle daño a nadie por que decidí colgar los guantes. Para ponerme unos más grandes", precisó.
Cientos de personas le escribieron pidiéndole que no dejara su labor asistencial, cuando él se mostró decepcionado con la ingratitud de muchos de los que ha ayudado, y por los ataques de gente que lo acusa de actuar en contubernio con el gobierno.
"Estoy cansado de poner mi vida, horas sin dormir y lo único que veo es que hagas lo que hagas nunca te van a agradecer el esfuerzo que tú hagas por una persona que hoy está pidiendo ayuda desesperada, y con el paso del tiempo se le olvidó todo lo que un día pasaste y sufriste por esa persona", lamentó.
En medio de la crisis sanitaria y económica por la que atraviesa Cuba, la labor de Limay Blanco ha sido un bálsamo para cientos de familias con dificultades económicas.
El humorista comenzó a entregar medicamentos, pero en estos años ha ido ampliando su ayuda y ha entregado también ropa, muebles, equipos electrodomésticos y hasta viviendas.
El actor confesó a este medio que se trata de una situación estresante, porque las necesidades superan sus posibilidades y no siempre hay oportunidad de dar respuesta a todos los que necesitan un tratamiento.
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