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Otra vez la crisis del aceite de cocina toca a las puertas de las familias cubanas en la isla, donde no aparece el alimento ni en las tiendas MLC, ni en las bodegas, ni en las ventas normadas en los comercios por pesos cubanos (CUP), según declaraciones de usuarios a CiberCuba.
“Estamos pasando una terrible con el aceite. Ahora no hay ni en MLC, que sacaban unos galones de 20 litros"; "Nadie tiene y para colmo por la bodega en febrero no toca, y en CUP por la libreta está perdido, hay que estar el día entero en la calle para enterarte en dónde sacan, lo que yo te cuente es poco"; "La gente está como loca con el tema del aceite. Familias completas sin aceite para cocinar. Ni los revendedores tienen", afirman varios usuarios de la isla, quienes enviaron sus opiniones sobre este tema a esta plataforma de noticias.
También afirman que “hemos tenido que comprar [aceite] de Oliva en una tienda MLC que cuesta más de 10 dólares el litro" y que “en las tiendas lo venden por la libreta, una vez al mes y desde noviembre no nos hemos vuelto a empatar con él. Y por la bodega es un mes sí y otro no y este no toca".
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Además, refieren que “en la tienda del barrio hay gente marcando desde hace días para cuando entre. Cuanto saquen va a haber bronca ya verás" y que “así no se puede vivir, es un estrés constante, se pasa trabajo para todo".
Asimismo, en un sondeo por las redes numerosos usuarios en Facebook hacen referencia a la falta de aceite en todos los comercios de la isla.
“¿Dónde hay aceite de galón?”, pregunta la usuaria Vanessa Ortiz en el grupo de Facebook “Dónde hay equipos en MLC.
En ese mismo grupo, las usuarias Ibis Téllez y Yamisbel Reinoso indagan por aceite “en cualquier formato”, y otros productos que también están en falta, como las conocidas ollas Reina.
En mayo de 2021, las autoridades cubanas prometían que en junio de ese año habría presencia de aceite en todas las tiendas del país, gracias a la recuperación de la línea de producción de un litro en la fábrica de Santiago de Cuba.
En un reportaje difundido en el Noticiero de la Televisión, fuentes del sector alimentario aseguraban que no había ninguna dificultad con las materias primas, y que la causa de la escasez del producto en esos meses era por problemas de la industria, cuyo mantenimiento dependía de expertos europeos que no habían podido viajar a la Isla por la pandemia de coronavirus.
En la referida fecha, la industria de aceite de La Habana solo funcionaba a menos del 40% de su capacidad instalada, además de que aún se estaba recuperando del colapso que había tenido en marzo, gracias a la inventiva de sus técnicos y al asesoramiento de especialistas italianos vía Internet.
A casi un año de esta eventual crisis con el aceite comestible, las familias cubanas vuelven a estar en las mismas, aunque aún no han trascendido las razones por las que no aparece este producto ni en los centros espirituales.
No obstante, de acuerdo con lectores de CiberCuba, no solo la falta de aceite de cocina está golpeando en lo que va de 2022 a la familia cubana.
Otros productos de primera necesidad, como pañales desechables para bebé, tampoco se están encontrando en los mercados cubanos.
"La nueva ahora es que no hay culeros, tremendas colas cuando sacan y solo dan dos paquetes y con la tarjeta del menor y el carnet de la mamá. El lío además es con las etapas dos, tres y cuatro. Yo tuve que comprarle hoy de la 4ta que le van a quedar inmensos, pero no hay más. Así estamos", refiere una de esas declaraciones a este medio.
Según declaraciones recientes de la ministra de Comercio Interior (MINCIN), Betsy Díaz Velázquez, en el país hay retrasos en la venta de productos básicos a los cubanos por retraso en la llegada de las materias primas importadas, incluso pagadas a los proveedores.
Este retraso ha ocasionado una interrupción en los flujos de producción, añadió la titular a la agencia oficialista ACN.
"Esto ha incidido en los aprovisionamientos tardíos o fuera del propio mes de algunos renglones de la canasta familiar normada, y de otros cuya venta en las bodegas es controlada, como los de aseo y el cigarro", dijo, además la ministra, quien reconoció problemas en la distribución de productos alimenticios y de aseo, como jabón de lavar, café, azúcar y al leche en polvo para niños, embarazadas y dietas médicas.
Desde el pasado año el gobierno cubano ha tenido que reconocer problemas para garantizar la venta de los productos de la canasta básica, mientras se hace más aguda la escasez de alimentos y de productos de primera necesidad en la isla.
En enero trascendió que el país sigue siendo incapaz de producir las 24 mil toneladas de café que cada año se demanda para el consumo interno de la isla, una situación que lejos de corregirse, empeora con el paso de los días.
En octubre también la titular del MINCIN tuvo que salir a dar la cara para explicar por qué había atrasos en la entrega de arroz normado a la población, después que se había prometido distribuir durante seis meses en las bodegas tres libras adicionales de arroz por consumidor, como resultado de las ventas en moneda libremente convertible.
Sin embargo, la funcionaria tuvo que admitir en esa ocasión que "no ha sido posible cumplir ese compromiso", porque el grano es importado de Vietnam y "debido al impacto de la COVID-19 no pudo asegurarse su embarque en tiempo".
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