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Profesor Pedro Albert, enfermo de cáncer, se declara en huelga de hambre y sed en prisión

"Soy un hombre absolutamente libre y enteramente feliz, aunque tenga mi cuerpo en prisión. Patria sin vida, no es patria. Patria sin muerte, venceremos", dijo el defensor de derechos humanos en declaraciones difundidas por el activista Claudio Gaitán.

Pedro Albert © Facebook Claudia Padrón CuetoPedro Albert © Facebook Claudia Padrón Cueto
Pedro Albert Foto © Facebook Claudia Padrón Cueto

Este artículo es de hace 2 años

El profesor Pedro Albert Sánchez, de 65 años, paciente de cáncer, y encarcelado desde el pasado 3 de noviembre, decidió declararse en huelga de hambre y sed hasta que se reúnan con él oficiales de la Seguridad del Estado específicos y las periodistas Cristina Escobar y Yoani Sánchez; informó el programador y activista Claudio Gaitán en la madrugada de este jueves en Facebook.

Gaitán explicó que había accedido a dos audios de Pedro Albert Sánchez desde prisión, que él luego transcribió. En el primero anunciaba su decisión de plantarse y explicaba sus causas, mientras que, en el segundo, exponía las demandas por las cuales desistiría de su huelga.

El profesor es conocido por realizar caminatas en solitario y en silencio a favor de los derechos humanos. Participó en las protestas contra el gobierno del 11 de julio de 2021, pasó más de una semana privado de libertad, y luego quedó pendiente de juicio.

Sin embargo, el 3 de noviembre Albert quiso realizar otra de sus caminatas hacia El Cristo de La Habana, para mostrar su solidaridad con la convocatoria de Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre, y las autoridades le detuvieron. Se encuentra en la prisión conocida como Valle Grande.

"Creo que alguien debería recoger firmas para presentar estos pedidos que hace el señor Pedro Albert, porque compartiendo en redes no creo que sea suficiente", sugirió Claudio Gaitán.

De acuerdo con las transcripciones difundidas, las causas de Pedro Albert Sánchez para plantarse son varias. En primer lugar, porque "le dan un carácter de delincuente y contrarrevolucionario a mi persona, sobre la base de la tergiversación de mis actitudes, de esencia política, con sentimientos profundamente patrióticos y humanistas"

En segundo, "porque el abuso de poder y ensañamiento contra mi esposa, que llegó al extremo de deteriorarle la salud hasta el sol de hoy, no pudo ser denunciado porque la Fiscalía y el MININT (Ministerio del Interior) le dio la espalda a todos los niveles, y resulta que ese aparato de justicia, tergiversación y enredo es el mismo que me tiene encerrado".

En tercer lugar, "porque veo la dirección del país, absolutamente errada, en su afán de desacreditar moralmente a toda persona o suceso, que ponga al descubierto la componente dictatorial y soberbia de lo que se hace llamar La Revolución.

"Veo más crimen en el enfoque que se le da al 11 de julio de 2021, que en las condenas mismas que se están aplicando", precisó.

En cuarto lugar, "porque el esposo de Sayda, un magnífico profesor de matemática, se fue de educación por chocar diametralmente opuesto contra el fraude y el promocionismo, y estando en el MININT, encontró la muerte en el cumplimiento de una misión, lo que lo hace un mártir de la revolución cubana".

"Por otra parte, a mi difunta esposa, profesora también, que fue quien me hizo el hombre que soy. Lo primero que le llamó la atención de mí, fue verme combatir contra el fraude. Éramos sin saberlo y sin conocernos aún, una cátedra contra el fraude", afirmó.

Pedro Albert narró que después de haber perdido a sus parejas, la fusión de la familia de Sayda y la suya en una sola, ocurrió de "una forma armónica y mágica", hasta que Sayda "chocó diametralmente contra el Fraude, y yo devenido en un contrarrevolucionario por apoyarla y revelarme cada vez más".

"Tendría que ser muy cobarde para seguir obedeciendo dulcemente", agregó. Además, exhortó a que entrevistaran a su amiga y le preguntaran "cómo cabe un mártir de la revolución y un contrarrevolucionario en un mismo pecho".

"Pregúntenle a nuestra amada hija, Aylen, cómo es que puede sentir orgullo de sus padres a la vez. Les aseguro que en la sencillez de su respuesta, se verá aclarado el más profundo problema espiritual del pueblo de Cuba, hoy por hoy", resaltó.

Albert Sánchez sostuvo que su lucha "es por la comprensión y el amor sin perdón alguno a los errores".

"Dejemos el 26 de julio como el día de la rebeldía nacional, para los que son Socialismos o Muerte y tomemos el 11 de Julio como el día de la comprensión nacional, para los que queremos Patria sin Muerte", consideró.

Asimismo, anunció que, si está con vida, libre y saludable el próximo 11 de julio, ese día realizará otra caminata desde la escultura del Caballero de París, en La Habana Vieja, hasta la de El Quijote, en el centro de El Vedado. "Ya veré si convoco o no. Eso depende de cómo este Estado se siga creyendo el dueño de las personas", dijo.

"Soy un hombre absolutamente libre y enteramente feliz, aunque tenga mi cuerpo en prisión. Patria sin vida, no es patria. Patria sin muerte, venceremos", aseveró.

Con respecto a sus demandas, explicó que piensa estar "sin comer y sin beber" hasta que se reúnan al unísono con él la oficial de Villa Marista que le instruyó en 2020, los capitanes Andelis y Yudelkis del DTI (Departamento Técnico de Investigaciones) de Alamar y "el capitán fantasma" de la Seguridad del Estado; "que después de amedrentarme y maltratarme el día 3 de noviembre en la unidad 14 de Guanabacoa, ha desaparecido con partes de sus pertenencias".

Además, expresó su deseo de acceder a una entrevista simultánea con la periodista oficialista Cristina Escobar y la independiente Yoani Sánchez, quien es directora del diario 14ymedio, pero sólo "si ellas aceptan". Para el profesor, "ese es el precio de mi vida", pues "si importante es vivir con decoro, más importante es morir decorosamente".

"Esto que pido es imposible en la burbuja comunista que todos necesitamos romper. Burbuja establecida 20 o 30 años antes de que nacieran los oficiales antes convocados. Nótese que ninguno de ellos estaba nacido, cuando el Estado cubano desató una ola de intimidación y terror en el 1980, contra los ciudadanos que se iban del país, con sus mítines de repudio a la cínicamente mal llamada escoria", destacó.

Pedro Albert puntualizó este este es su objetivo final, su posición espiritual, final y definitiva. Lo que busca es "desarrollar con respeto y libertad, mi proyecto de trabajar con los familiares, tanto dentro como fuera del país, con los presos políticos de última hora".

"Yo ofrecí mi libertad, ofrezco ahora mi vida. Ojalá no la pierda y pueda canalizar toda la bondad de mi corazón. Confío en ustedes y en Dios, Patria sin Muerte, creceremos. ¡Amén!", añadió.

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