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Para permitir el paso al nuevo superyate del magnate estadounidense Jeff Bezos, el histórico puente de Koningshaven, ubicado en la ciudad de Rótterdam, Países Bajos, será parcialmente desmontado, luego de que el fundador de Amazon ofreciera pagar todos los gastos de la operación.
El gigantesco barco, conocido como Y721, debe convertirse pronto en uno de los veleros más grandes del mundo, cuando finalice su construcción este año en un astillero de la empresa naval holandesa Oceanco, según la emisora local Rijnmond.
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El megayate tendrá tres mástiles, de una altura aproximada de 40 metros, por lo que será demasiado alto para pasar por debajo del icónico puente, conocido localmente como “De Hef”. Además, mide 127 metros de eslora y el puente de la embarcación poseerá un espacio libre de hasta 39.624 metros, dimensiones que lo hacen el yate a vela más grande del mundo, según cifras publicadas por Boat International.
Para salir del muelle interior de la naviera, en Alblasserdam, rumbo al Mar del Norte, el yate debe pasar bajo el puente construido en 1878, primer hito monumental restaurado en Rótterdam tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, y reparado por última vez en 2017, de acuerdo con un reporte de Reuters.
Además de la dificultad con el puente, que al parecer ya quedó resuelta, el magnate estadounidense, hijo adoptivo del cubano Miguel Bezos, también enfrentaría inconvenientes con la proximidad de helicópteros en las cercanías del lujoso yate, por lo que decidió encargar un segundo navío con helipuerto para que siga la estela del primero.
Hasta el momento, varios funcionarios públicos de Rótterdam manifestaron su interés en el proyecto con Bezos, por la cantidad de ingresos que puede generar a la ciudad. “Desde una perspectiva económica y manteniendo el empleo, el municipio considera que este es un proyecto muy importante”, aseguró el líder del proyecto municipal, Marcel Walravens.
Walravens también dijo que la acción fortalecerá el papel de la urbe como capital marítima del mundo y base de grandes astilleros, dedicados a construir embarcaciones de este tipo para las personas más ricas del planeta.
Sin embargo, el plan de desmontar la centenaria estructura metálica preocupa a los encargados de preservar la herencia local. Ton Wesselink, de la Sociedad Histórica de Rótterdam, afirmó que si bien los empleos generados por el proyecto son importantes, “hay límites a lo que se puede y no se puede hacer a nuestro patrimonio”.
Asimismo, Stephan Leewis, funcionario municipal, dijo que le parecía extremo levantar un puente de tantos años y de tanta historia para complacer los caprichos de un millonario, “¿Este hombre ha ganado su dinero recortando personal estructuralmente, evadiendo impuestos, eludiendo regulaciones y ahora tenemos que derribar nuestro hermoso monumento nacional?”, cuestionó.
En 2021, el millonario fundador de Amazon cumplió otro de sus extravagantes sueños y viajó al espacio en el vuelo suborbital inaugural de su compañía Blue Origin, a bordo de la nave New Shepard, combinación totalmente autónoma de cohete y cápsula de 18,3 metros. En la travesía participaron también el hermano del magnate, Mark, así como la aviadora Wally Funk, de 82 años, y Oliver Daemen, de 18, quienes se convirtieron en los seres humanos de mayor y menor edad en viajar al exterior del planeta.
Bezos, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, se sumó en julio de 2021 a un llamado del cantante y empresario cubanoamericano Pitbull, para aliarse en favor del pueblo de Cuba y contra la represión que el gobierno desató sobre los manifestantes del 11J.
“Necesitamos ser creativos, tenemos que encontrar soluciones mientras ellos pierden la vida allí, literalmente, por algo con lo que nosotros despertamos todos los días y apreciamos, que es la libertad”, dijo el músico, quien además recordó al multimillonario sus vínculos con Cuba y con Miami, ciudad donde estudió hasta el nivel secundario.
El padre adoptivo de Bezos donó en junio del año pasado la enorme suma de 12 millones de dólares a la Salesianum School por acogerlo cuando niño, tras escapar de la revolución de Fidel Castro junto a más de 14,000 menores, traídos a Estados Unidos a través de la Operación Pedro Pan, organizada por la Iglesia Católica con la ayuda del gobierno de Estados Unidos.
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