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El artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara, en huelga de hambre desde hace más de 15 días, se encuentra vivo pero débil y dañado, afirmó este jueves la curadora de arte Claudia Genlui Hidalgo.
"Solo bebe agua, pero mantiene su huelga de hambre así como todos los reclamos que lo llevaron a tan drástica situación en días pasados. Se mantiene en la posición de renunciar a los escasos recursos que tiene como recluso: visitas, llamadas, provisiones", especificó la activista cubana en su perfil de Facebook.
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El creador y preso político se comunicó con su familia, vía telefónica, tras la presión internacional que exigió una fe de vida, luego que le impidieran injustificadamente recibir visita en la prisión de Guanajay y se mantuviera incomunicado por varios días.
"Se declara inocente y con derecho a tomar él, sin condicionamiento, las decisiones que le conciernen, por lo que reitera que las decisiones para poder viajar solo las determina él", agregó la curadora de arte, que tras salir forzosamente de Cuba se convirtió en albacea de las obras de Otero Alcántara.
Genlui Hidalgo aseguró que el artista independiente está dispuesto a enfrentar un proceso legal en este mes, rechazando un abogado oficialista que lo represente frente a los tribunales.
"Luis está solo contra todo el horror. Luis está preso por nacer, ser, y querer permanecer en Cuba", finalizó.
Esta semana la rapera cubana Afrika Reyna informó que Otero Alcántara tuvo que ser ingresado en la sala de cuidados intensivos del hospital de Artemisa por un presunto problema cardíaco, consecuencia de la huelga de hambre, pero ninguna fuente desmintió o confirmó a CiberCuba ese dato.
Desde entonces las peticiones de fe de vida se multiplicaron en las redes sociales e incluso miembros de PEN Internacional, en voz de la poeta nicaragüense Gioconda Belli, exigieron fe de vida para Otero Alcántara y criticaron los intentos del gobierno por silenciar las voces de los creadores disidentes al régimen.
Luis Manuel Otero Alcántara fue detenido por la policía política de Cuba durante las protestas pacíficas del 11J en el Paseo del Prado, La Habana, donde estaba sentado sin formar parte de la revuelta popular.
Desde entonces forma parte de los más de 700 detenidos que permanecen tras las rejas por vincularse al movimiento popular que exigió el fin del comunismo en Cuba y la renuncia de Díaz-Canel y la cúpula gobernante
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