El joven preso político Andy García Lorenzo, recluido en una prisión en Santa Clara por su participación en las manifestaciones del 11 de julio, sufrió castigos e intimidaciones recientemente por decir las frases "Patria y Vida" y "Abajo la dictadura", denunció su familia.
Su hermana Roxana García Lorenzo dijo que cinco días después del juicio le permitieron salir al patio durante el mediodía, cuando no había otros presos debido al intenso sol. No obstante, Andy vio de lejos a algunos de los manifestantes que salieron a las calles con él y los saludó diciendo "Patria y Vida", "Abajo la dictadura" y "Libertad", frases que los otros jóvenes dijeron de vuelta.
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Después de esto, García Lorenzo fue llevado a una oficina donde recibió amenazas de ponerlo en un sector de máxima seguridad de la cárcel. Luego, lo metieron en una celda donde lo tuvieron cuatro horas esposado con sus manos detrás de la espalda.
"Ese es un lugar donde amarran a las personas y en este lugar mi hermano permaneció por cuatro horas esposado con las manos detrás por simplemente decir 'Patria y Vida' en su momento de salir. Obviamente, siguen las amenazas", denunció Roxana.
Reiteró los constantes atropellos a los que su hermano y su familia han sido sometidos desde el 11 de julio, entre ellos la reducción de las visitas a una vez al mes, un castigo de dos meses sin poder hablar por teléfono e intimidaciones a su hermano por las constantes denuncias de ella en las redes sociales.
La joven también denunció que a García Lorenzo lo tienen en un área de presos comunes y no con el resto de los prisioneros políticos; y contó que las visitas que ella le hace no son en la sala común, sino en oficinas donde hay cámaras, teléfonos y vigilancia, y que en lugar de revisarla por encima de la ropa como al resto de los visitantes, la obligan a desvestirse antes de ver a su hermano.
La Fiscalía cubana pidió siete años de privación de libertad para Andy García Lorenzo, quien realizó recientemente una huelga de hambre en la prisión La Pendiente, en Santa Clara. El joven de 23 años sufrió una paliza tras su detención por parte de un policía que le hinchó las manos, dijo su hermana a CiberCuba.
Desde su arresto, su familia no ha dejado de denunciar su situación e incluso ha creado una iniciativa para ayudar al resto de los presos políticos y visibilizar los atropellos que se cometen en Cuba por pensar diferente.
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