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Más de diez toneladas de medicamentos, insumos médicos y alimentos para enfermos, que han ido directamente a las manos de las personas necesitadas y personal sanitario de distintos hospitales, han llegado a Cuba como donación desde marzo de 2021, gracias a la gestión del corredor humanitario internacional que sostienen cubanos emigrantes y exiliados; informó este miércoles la actriz, editora y activista Massiel Rubio.
Rubio, residente en Madrid, es una de las fundadoras de esta iniciativa, que surgió en respuesta a la crisis sanitaria que vive Cuba desde hace varios años y que, con la pandemia del coronavirus, se ha agudizado. Sin embargo, junto a ella también trabajan, en condición de voluntariado, el periodista Cris Álvarez, la curadora y activista Yanelys Núñez y la bióloga Patricia Cepeda, entre otras personas.
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Otros grupos similares han surgido en Europa y América, con el fin de incrementar las ayudas, que buscan siempre canales alternativos a los establecidos por el Estado para garantizar que sean las personas más necesitadas quienes se beneficien y tener certeza de su recepción.
La falta de transparencia informativa del gobierno cubano con respecto a las donaciones que usualmente reciben de otros gobiernos y organizaciones internacionales, así como diversas denuncias de venta de artículos de donación en comercios estatales, han generado una gran desconfianza hacia sus estructuras en este sentido.
Desde Valencia, Miami, Roma, Barcelona, entre otros lugares, se recogen constantemente medicamentos, insumos médicos y alimentos especiales para personas enfermas, y se envían a Cuba principalmente con viajeros que donan o venden parte de su equipaje.
Una vez en Cuba, una red de voluntarios, principalmente de mujeres, se encarga de recepcionar y distribuir las donaciones de todas partes del mundo. También realizan los levantamientos acerca de las necesidades de poblaciones vulnerables y hospitales.
El grupo base en Cuba se constituyó bajo el nombre Solo el Amor, y lo coordinan las jóvenes Massiel Carrasquero, Laura Bustillo, Katherine Travieso de los Reyes y Martha Luisa Hernández. Además, en distintas regiones del país hay otras personas que se responsabilizan de extender la solidaridad. En la zona oriental funcionan los colectivos Garaje Blanco, en Holguín, y Yo vengo a ofrecer mi corazón, en Guantánamo.
Uno de los últimos envíos que realizara Massiel Rubio, en enero, fue una carga con alimentos para niños de la sala oncológica del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez.
En Madrid todavía queda pendiente media tonelada de insumos médicos que no tienen cómo mandar, debido a que se han quedado sin fondos, pues el grupo funciona gracias a donaciones independientes.
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