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Los hermanos de la familia opositora Miranda Leyva de Holguín fueron liberados este viernes luego de tres días de detención arbitraria por su apoyo a los manifestantes del 11 de julio que son enjuiciados en esa localidad cubana.
Ana Iris y Ada Iris Miranda Leyva, así como Fidel Manuel Batista Leyva, pasaron 78 horas detenidos en la Unidad de Delitos Contra Seguridad del Estado (UDCSE), en Procesamiento Penal de Holguín.
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Tras ser liberados, afirmaron que se plantaron en huelga de hambre allí en protesta por haber sido arrestados con violencia.
"Fuimos detenidos con violencia cuando tratábamos de llegar al tribunal provincial de Holguín para protestar a favor de los Manifestantes del 11 de Julio. Estamos procesados por “Desorden Público", denuncia 1/22, y el denunciante es el jefe de grupo de custodios de EsAzúcar; el borracho corrupto Raciel Morales", señala un post publicado en Facebook junto a tres videos donde relatan lo sucedido.
Afirma que este represor "cumple órdenes del director Limonta y los esbirros de la Seguridad del Estado" y señala que en la detención arbitraria recibieron ofensas y agresiones por los grupos de respuesta rápida de la empresa GELMA.
Los hermanos Miranda Leyva –una humilde familia de Holguín con una larga historia de oposición al régimen cubano– fueron detenidos el pasado 11 de enero a las 9:20 de la mañana cuando intentaban llegar al Tribunal Provincial de Holguín, para apoyar a los manifestantes del 11J, incluidos varios menores de edad, que estaban siendo juzgados.
El video del arresto fue subido a Facebook por Ana Belkis Ferrer, hermana del líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, y en el material se escuchan los gritos de “Abajo la Dictadura”, “Libertad” y “Díaz-Canel singa'o”, de los tres opositores.
Ese día también fue detenida la enfermera y activista cubana Welsy Cruz, quien al igual que los Miranda Leyva se dirigía al tribunal holguinero para apoyar a las madres y otros familiares de los enjuiciados.
Este sábado culminan los juicios en Holguín, donde 21 cubanos están siendo procesados por varios delitos entre ellos el de sedición, con peticiones fiscales desde 15 hasta 30 años de privación de libertad.
A los menores juzgados en la provincia les bajaron a siete años las peticiones fiscales, que originalmente ascendían a 15 años por manifestarse pacíficamente.
En todas las localidades del país donde han acontecido estos procesos penales, las autoridades desplegaron fuertes operativos policiales y colocaron cámaras de seguridad a las afueras de los órganos de justicia.
Asimismo, han prohibido la presencia de los familiares en el juicio, permitiendo solo un acompañante para cada acusado. El resto espera durante largas horas, de pie y al sol, mientras dura la sesión, bajo una recia vigilancia de agentes uniformados y de civil.
En Santa Clara también se reportaron acciones represivas similares durante los juicios. Desde Santiago de Cuba, Artemisa y La Habana los familiares de los manifestantes han denunciado la presencia de testigos falsos y testimonios irregulares.
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