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Un artículo del semanario oficialista Trabajadores señaló este lunes que más de 635 peloteros cubanos de todas las edades dejaron el país en los últimos seis años, tanto por vías regulares como irregulares.
El texto cita “datos compilados por varios autores” y agrega que el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) informó recientemente que, durante los últimos 10 años, un total de 862 atletas cubanos de varias disciplinas han abandonado las selecciones nacionales.
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Desde 2012 hasta la fecha, el éxodo abarca además a 2,344 entrenadores, de ellos 85 que trabajaban al más alto nivel, indica el artículo, que sugiere asumir una “nueva relación” entre las autoridades y los peloteros y entrenadores, a fin de frenar las huidas.
En tal sentido, menciona la apertura hacia aquellos “que han mantenido una postura correcta y respetuosa al sistema”, aunque reconoce que “ocho años sin entrar a tu país arruina sueños, aspiraciones y al final no solo perjudica al deportista, sino al aficionado, a los resultados de Cuba, al pueblo”.
“Diversos sectores, como el de la salud pública, han superado esa barrera ya”, asegura, aunque no documenta tal afirmación.
El reporte comienza refiriéndose al caso del pelotero cienfueguero Christian Sáez, de solo 14 años y elegido primera base del Todos Estrellas en el Campeonato Mundial Sub-12 en 2019, quien salió hacia República Dominicana y se prevé que ahora busque firmar con una organización de Major League Baseball (MLB) en unos dos años.
También recuerda que, dos meses antes, 12 peloteros abandonaron la selección nacional en la lid universal Sub-23 celebrada en México, buscando contratos profesionales en la MLB u otro circuito del Caribe.
“Conscientes de que no podremos pagar nunca cifras millonarias en nuestras Series Nacionales porque no contamos con una economía para ello ni es el sentido del sistema deportivo nacional, el gobierno aprobó una reforma salarial hasta donde podía asumir, todavía muy inferior al de la región caribeña”, sostiene.
Asimismo, reconoce que la MLB es un mercado tentador para los cubanos, además de influir en sus decisiones la crisis económica del país ya que los deportistas son muchas veces el sostén de sus familias.
“No son nuestros enemigos y hay que entenderlo así, incluso la mayoría han expresado en público o privado, que les gustaría retirarse de los terrenos en Cuba o volver a vestir las cuatro letras en un certamen internacional. Y eso conlleva flexibilización y diálogo, poner ideas sobre las mesas y ser más proactivos para conversar con quienes no tienen limitaciones reales para hacerlo”, propone la publicación.
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