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El Tribunal Popular Municipal de Marianao rechazó una carta de buena conducta social que hizo la presidenta del CDR donde vive el activista cubano Osmani Pardo Guerra, uno de los acuartelados de San Isidro, porque le faltaba un cuño.
El aval, firmado por otros vecinos de la comunidad, se presentó durante el juicio donde se acusó al activista de resistencia y por lo que deberá cumplir un año de arresto domiciliar, según declaró a la agencia de noticias CubaNet.
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Pardo Guerra agradeció el gesto de la mujer y todos los vecinos, y aunque no fue admitido durante el juicio, permitió conocer ante la opinión pública que las acusaciones que querían imputarle de antisocial y alcohólico no tenían fundamento.
Antes de comenzar el juicio, Pardo Guerra supo a través de su abogado, que en el expediente se argumentó que este ingería alcohol por las noches, deambula por el barrio, se reúne con personas problemáticas y tiene una pésima conducta social.
"Ese testimonio lo dio, según consta en el expediente, un jubilado que vive a más de un kilómetro de mi casa. No sé de dónde me conoce", cuestionó.
De manera especial, el acusado agradeció a su abogado por defenderlo durante todo el proceso y lograr que la condena, si bien es injusta, le permita trabajar en su casa, ayudar económicamente a su madre que está enferma de cáncer y demostrar que eran mentiras los argumentos de la dictadura en su contra.
A Osmani Pardo Guerra le montaron un acto de repudio frente a su casa en marzo de este año, lo que trajo como consecuencia que este reprodujera en un alta voz la canción "Patria y Vida".
Tras un encuentro entre oficiales de la Seguridad del Estado y los familiares, la policía se lo llevó porque consideró que este incurría en una provocación.
El activista intentó demandar a los oficiales de la SE que lo detuvieron, sin embargo, no trascendió más allá porque fue desestimada por parte de los tribunales y el acusador terminó siendo acusado.
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