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La situación de la economía en Cuba es compleja, sin dudas. Ni siquiera el propio ministro Alejandro Gil Fernández convence o es tomado seriamente cuando explica el desastre de un modelo productivo que nunca creó riqueza, administró mal los hipermillonarios subsidios y cuyos responsables actuales, en su infinita incapacidad, han terminado por enterrar con la llamada Tarea Ordenamiento.
Partiendo de este contexto macro, se puede entender y hasta disculpar la intervención de Yenisleisys Jay, subdirectora de Economía y Planificación en Guantánamo, en su intento por explicar en la televisión local el estado de la economía en esta provincia. Una exposición sin pies ni cabeza de una situación de la cual Yenisleisys no es la culpable, pero sí un eslabón más en la cadena de disparates de un modelo socialista que hasta sus propios autores rechazaron.
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“Este año no se puede comparar con ningún otro año, debido a que tenemos varias dificultades que hemos presentado en el período que viene encaminado en el recrudecimiento del bloqueo y el efecto de la pandemia (sic)”, respondió Yenisleisys a la pregunta sobre el desempeño empresarial en la provincia. Frente a un año atípico, marcado por el coronavirus, la burócrata no esperó ni un segundo para sacar a relucir “el bloqueo”.
Puesto sobre la mesa el argumento que todo lo explica, el comodín del régimen para justificar todo lo que va mal o no funciona en el país, la subdirectora se quedó vacía. Con la mente casi en blanco y los nervios a flor de piel, el resto de sus palabras fueron una sarta de incoherencias que parecieron sorprender al presentador del programa y hasta a la propia entrevistada. Con semejante despegue, se veía venir que las explicaciones de Yenisleisys no iban a tomar altura.
“Hasta la fecha las producciones físicas se han incumplido, relacionadamente con los indicadores de la industria, por déficit de materia prima y problemas tecnológicos. En estos están las empresas del lácteo y las del cárnico. En la parte de la agricultura no se va a incumplir la carne de cerdo, la leche fresca, el maíz y los frijoles (sic)”, desglosó la funcionaria. Quedó claro: hay “déficit de materia prima y problemas tecnológicos”, y “bloqueo”.
También hay “incumplimientos” y “no incumplimientos”. ¡Qué tiempos gloriosos aquellos en los que el máximo responsable de esta doctrina económica –por llamarla de alguna forma- no hacía más que hablar de “sobrecumplimientos” o de “esfuerzos para sobrecumplir”! De aquella degeneración intelectual original hemos llegado a esta normalización de un discurso vacío, irracional y vergonzoso.
“Esto en las producciones físicas. En los indicadores económicos venimos incumpliendo varias entidades eh… vienen incumpliendo los indicadores de las ventanitas, aparejado a lo que veníamos explicando, por lo insuficiente de la materia prima, problemas tecnológicos que han tenido varias entidades y el déficit de divisas que tenemos en el país, que ha impedido también la entrada de varios recursos al país (sic)”, repitió la presunta experta.
“¿Qué productos en concreto?”, preguntó el presentador, tratando de sacar algo en claro sobre los “incumplimientos”. “El helado, la cerveza, la carne de cerdo, la carne de cerdo en pie, la carne vacuna, la leche, está la galleta, la confitura, la…, el… ¿cómo es? El pan también, a pesar de que… El pan también se incumple”, contestó Yenisleisys.
“¿Qué soluciones o estrategias se valoran?”, continuó preguntando el presentador, viendo que de esa forma se conseguía algo más de claridad en las repuestas. “Se están valorando varias estrategias por parte de la provincia para, eh… El incumplimiento va a seguir…”, tartamudeó la funcionaria que si algo tenía claro, era que “los incumplimientos” marcan la gestión de las empresas socialistas, aunque no le brotara un discurso coherente para explicarlo.
“Lo que sí vamos a mejorar varios de los indicadores, como la parte de la industria alimentaria y de la industria ligera por la entrada de la materia prima ahora, en los últimos días de este mes, para entonces darle un…”, avanzó la subdirectora global de economía y planificación en Guantánamo.
“O sea, ¿la situación va a mejorar?”, preguntó el presentador, tratando al menos de conseguir una buena noticia, o quizás algo inteligible desde lo cual poder construir un discurso esperanzador. “Sí”, contestó rotunda la funcionaria.
“¿Eso quiere decir que ha entrado la materia prima en la provincia o en el país?”, preguntó el periodista llevado por un impulso de objetividad que volvió a ensombrecer la entrevista. “No, todavía no ha entrado en el país”, contestó Yenisleisys. El resto de la entrevista queda para los que hayan entendido o no sientan vergüenza ajena.
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