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El profesor y activista Leonardo Fernández Otaño, quien era uno de los moderadores de Archipiélago, anunció este sábado que renunció a ser parte de la plataforma Archipiélago, en un ejercicio personal "libre de toda presión" y movido por su vocación social de construir "la Casa Cuba".
"La vocación que me llevó a entrar Archipiélago sigue viva como el primer día: la intención apoyar la construcción del tejido social, pedir la liberación de los presos y animar la reflexión ciudadana, pero creo en lo finito. Además confieso que no comparto un grupo de acciones de corte político realizadas por Yunior García Aguilera desde su salida de Cuba", explicó.
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Fernández Otaño fue uno de los manifestantes del 11 de julio que, junto al dramaturgo Yunior García Aguilera, acudió al edificio del entonces Instituto Cubano de Radio y Televisión, en el Vedado, a exigir 15 minutos en la televisión nacional para hablarle al pueblo, y debido a ello fue detenido violentamente y privado de libertad por dos días. Luego, cuando se fundó Archipiélago, fue uno de los primeros en sumarse a la iniciativa.
Sin embargo, la repentina salida de García Aguilera, junto a su esposa Dayana Prieto, rumbo a España, ha generado fuertes discusiones en redes sociales, en la diversa comunidad disidente cubana, tanto dentro como fuera de Cuba, y no pocas personas han manifestado sentirse decepcionadas ante la noticia; sobre todo porque Archipiélago no estaba al tanto de la misma.
"Cada ser humano es libre de elegir su camino, eso lo respeto profundamente y apoyo, pero cuando se inicia una opción debemos ser consecuentes con ello", dijo Fernández Otaño, quien ha mantenido una postura respetuosa hacia García Aguilera, sin dejar de expresar sus críticas.
Al respecto, explicó que, en este escenario, sus críticas han sido tomadas como "una actitud negativa por una buena parte de los miembros, lo cual respeto como su genuino derecho intelectual, pero no creo ni democrático, ni sano".
"Hoy salgo con la satisfacción de haber vivido durante meses un ejercicio de diversidad, en el cual todos fuimos partícipes arriesgando mucho, algunos sus empleos, otros el mundo de nuestros afectos. Gracias a mis amigos que me sostuvieron, porque a pesar de las presiones sus abrazos siguen ahí", destacó.
El joven precisó que también cesará en sus funciones de coordinación de Ágora, un espacio de Archipiélago en Telegram donde se realizan debates frecuentemente sobre distintos temas.
"Recalco que seguiré dando lo mejor que hay en mí por Cuba, ya sea acompañando a los presos políticos o escuchando a las viejitas de mi parroquia, son sus interpelaciones y carencias las que me llevan a reforzar otras opciones que se han quedado en modo pausa", agregó.
Antes de finalizar su declaración, insistió en que continuará apostando por Cuba, "sin egos, sin reproches, pero consciente del peso de mis opciones, por ellas me moveré desde jugar al baile de la Pelusa con niños en Tunas de Zaza hasta burlar un cerco policial".
"Hoy siento que me toca volver a mis libros, ofrecer mi oído y palabra a muchas madres que esperan a sus hijos. Hoy mi isla se va del Archipiélago simbólico, pero se queda en el físico, rezó porque así pueda ser siempre", dijo.
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