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El padre Alberto Reyes Pías, párroco de la Arquidiócesis de Camagüey, denunció este domingo las amenazas del gobierno cubano contra sacerdotes cubanos que han expresado abiertamente su intención de sumarse a la Marcha Cívica por el Cambio, convocada para hoy, 15 de noviembre.
"Se me acaba de comunicar del llamado para informar que ellos tienen conocimientos de la intención del padre Rolando Montes de Oca, el padre Castor José Álvarez [Devesa] y mía, de participar mañana en la manifestación del 15N. Y que ellos informan que si participamos en esta manifestación vamos a ser detenidos", aseguró el padre.
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"Somos sacerdotes para predicar el Evangelio. Y el Evangelio de Jesucristo habla de libertad, habla de justicia y verdad, esto que nuestro pueblo está pidiendo. Si ser detenidos es el precio por ser coherentes con la predicación del Evangelio, sea. Dios mediante, estaremos acompañando a nuestro pueblo, caminando por nuestras calles, que todavía están presas", dijo Reyes Pías a través de un video.
La declaración es la respuesta a amenazas recibidas por parte de la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, Caridad Diego Bello, que habría dicho: "Ni amnistía, ni indulgencia. No habrá mano blanda con sacerdotes o religiosos que participen en el 15N".
"Así que la Sra. Caridad del Rosario Diego Bello y el Sr. Rober Noa están dispuestos a hacer de verdugos sin amnistía ni indulgencia. Una pregunta: ¿cómo pueden mirarse a un espejo y no sentir asco de ustedes mismos? ¿cómo pueden mirar a los ojos de sus hijos y decirles que ustedes arruinan la vida de otros hijos cuyos padres sufren? ¿Dónde han ocultado la humanidad que Dios les dio también a ustedes? Verdaderamente se puede ser fanático de una ideología pero llegar hasta el extremo de hacer mal al prójimo inocente, eso solo cataloga en vender el alma al diablo. Recuerden que el diablo termina pagando mal a sus siervos. Recuerden que la Iglesia es un solo cuerpo y que somos muchos miembros", apuntó uno de los comentaristas.
Esta semana, los sacerdotes católicos cubanos hicieron dos contundentes declaraciones a favor del 15N y en contra de la represión en la isla.
Primero, quince párrocos publicaron este miércoles una carta en la que piden no reprimir la Marcha.
La misiva está dirigida a todas las personas y entidades convocadas a reprimir la manifestación pacífica del 15N, luego que el gobierno cubano negara el permiso a los convocantes y los acusara de estar a sueldo de Estados Unidos.
"No queremos volver a ver policías golpear a su propio pueblo", reclamaron los sacerdotes. "No queremos que se vuelva a derramar sangre", ni "volver a escuchar disparos'', ese no es el camino que nos llevará a la Cuba que necesitamos y que todos deseamos".
Poco después, el jueves, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) llamó a evitar la confrontación violenta en la isla y a favorecer un clima donde cada cubano pueda expresarse "sin exclusiones ni marginaciones".
"Cualquier acto de violencia entre nosotros, ya sea física, verbal o sicológica, hiere gravemente el alma de la nación cubana y contribuye todavía más al pesar, al sufrimiento y a la tristeza de nuestras familias. Un alma herida no está en condiciones de construir un futuro de esperanza. La violencia contradice la voluntad de Dios", subrayaron.
"Toda persona merece estima y reconocimiento de su dignidad, por su condición de ser humano e hijo de Dios, por ser ciudadano libre, sujeto de derechos y deberes. En consecuencia, todo cubano debería poder expresar y compartir libremente y con respeto, sus opiniones personales, su pensamiento o sus convicciones, incluso cuando disienta de la mayoría", precisaron los obispos.
La junta directiva de la Conferencia Cubana de Religiosos (CONCUR) también emitió un mensaje público invitando "a respetar la libertad de expresión, a evitar toda forma de maltrato o violencia, a generar la paz, a escuchar las insatisfacciones de los más empobrecidos y vulnerables, a promover los cambios que favorezcan una vida digna, a disminuir la tensión social, a revisar los casos y liberar a los muchos detenidos injustamente".
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