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El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, convocó este miércoles al cuerpo diplomático acreditado en La Habana para atacar a los promotores de la marcha pacífica del 15 de noviembre, a quienes volvió a acusar de estar financiados por el gobierno de Estados Unidos.
En una comparecencia ante los embajadores, el canciller aseguró que en Cuba no existen acciones autóctonas de oposición al gobierno, y que el pueblo vive un momento de "celebración", por la remisión de la pandemia y la vuelta a la normalidad.
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El ministro volvió a su vieja y desgastada retórica de acusar a la administración estadounidense de reforzar sus intentos de generar una desestabilización interna, y alterar la tranquilidad ciudadana en la isla.
"No vamos a permitir de ninguna manera que la agresión organizada desde el exterior con el empleo de agentes internos reclutados, entrenados, financiados, organizados, incluso a veces transportados directamente en vehículos de la embajada de Estados Unidos acreditada en La Habana, vaya a echar a perder este momento de alegría de nuestro pueblo", advirtió.
Rodríguez Parrilla no se privó de amenazar a quienes participen en la manifestación del próximo lunes, alegando que el pueblo, "con el talante y ánimo que lo caracteriza", defenderá el orden constitucional por el que votó de "una manera masiva y entusiasta" en 2019.
El funcionario insistió en culpar a la Casa Blanca de dirigir la protesta cívica, a la que evitó nombrar expresamente.
Según él, se trata de una operación organizada desde centros de poder en Estados Unidos, en ejercicio de la política oficial de su gobierno.
"Con intervención de altos funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y otras agencias, con la intervención permanente de senadores y congresistas anticubanos (...) para financiar de diferentes maneras los llamados golpes blandos e intentos de desestabilización", detalló, y subrayó que en otros países esta actuación de Estados Unidos ha precedido a intervenciones militares y ocupaciones.
El titular cubano de Exteriores dijo también que diplomáticos extranjeros en La Habana han sido emplazados a participar en la marcha, y los instó a mantenerse al margen.
"Sé que algunos de los diplomáticos sufren hoy la presión, a veces pública y personal, para que se sumen a estos actos de desestabilización. Sé que no lo harán porque son respetuosos de la Convención de Viena de relaciones diplomáticas", señaló.
El ministro amenazó también con demandar a la red social Facebook, por permitir la creación de grupos "privados", en clara alusión a la plataforma ciudadana Archipiélago, gestora de la protesta del 15 de noviembre.
"No solo realizan actividades ilegales, desde el punto de vista del derecho internacional y del nacional en los propios Estados Unidos, alterando logaritmos y el mecanismo de geolocalización, para simular la presencia masiva en Cuba de personas y cuentas, que se sabe que radican fuera de nuestro país y fundamentalmente en Florida", aseguró.
"Como ha ocurrido ya, Facebook podría ser perfectamente, con estricto apego a la ley, demandado por estas prácticas contra Cuba", advirtió.
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