El actor cubano Yunior García Aguilera, principal promotor de la Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre, afirmó que la crisis que atraviesa el país, agravada por la Tarea Ordenamiento, han influido más en su postura política que cualquier supuesto adoctrinamiento recibido en el extranjero del que lo acusa el régimen.
En un extenso texto compartido en su muro de Facebook, el líder de la plataforma ciudadana Archipiélago se refirió al reciente "destape" de la Seguridad del Estado del llamado agente Fernando, un médico que desde hace 25 años trabaja como espía para la dictadura.
"Lo peor es que el agente que destapan no es ni miembro de Archipiélago, ni alguien relacionado con la organización de la Marcha, ni siquiera se trata de un amigo cercano. Es un tipo ahí que, de casualidad, estuvo tres días en Madrid en un evento conmigo, hace casi tres años", señaló, en alusión a un taller efectuado en 2019 en el que coincidió con el médico, y donde a los demás participantes les pareció que tenía pinta de "lo que al final resultó ser".
"No sé cómo pudo engañar a tanta gente, por tantos años. En el mismo aeropuerto, antes de partir para España, ya algunos comentábamos que el médico era el 'seguroso' que nos tocaba por la libreta", recordó.
Yunior se burló del agente llamándole "James Bond caribeño", y afirmó que aunque hayan coincidido en el susodicho taller, eso no le da derecho a fabricar teorías conspirativas.
"Para eso tendrían que esforzarse un poco más, tanto él, como sus superiores", subrayó el activista en respuesta a las declaraciones del espía, quien describió a García Aguilera como un "líder creado por manuales" y un "desestabilizador".
El líder de Archipiélago enumeró todas las acciones que el régimen castrista ha empleado para impedir la manifestación del 15 de noviembre, desde ordenar despliegues militares, hasta usar a la Fiscalía para amenazar a los organizadores, incluida la expulsión de sus centros de trabajo de miembros del grupo, la intimidación a sus familiares y amigos y el corte de Internet.
"Se han cargado por completo los derechos humanos y hasta la mismísima Constitución, con una interpretación que no puede ser más aberrante", dijo, en alusión a declaraciones de juristas que avalan la negativa del gobierno a la marcha.
"Han decapitado palomas en nuestra puerta, han desplegado la más nefasta campaña de desprestigio en todos sus medios de prensa, nos han realizado los más patéticos actos de repudio", denunció.
Por último, García Aguilera subrayó que tanto los hechos del 27 de noviembre como los del 11 de julio fueron inevitables.
"No hay que pasar un taller para llenarse de coraje y romper el silencio ante la desastrosa realidad que vivimos. Murillo y su Tarea Ordenamiento influyeron más en mis decisiones y en mis actos que cualquier taller, en cualquier parte. No hay que cruzar el Atlántico para darse cuenta de que es antipatriótico ser indiferente y quedarse de brazos cruzados ante la situación lamentable del país donde nacimos. Se llama DIGNIDAD", sentenció.
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