El entrenador holandés del Futbol Club Barcelona, Ronald Koeman, fue destituido en la medianoche de este miércoles a su regreso de Madrid, después de que el equipo azulgrana perdiera en Vallecas contra el Rayo Vallecano por 1-0 en partido de Liga.
La noticia fue anunciada por medios deportivos españoles y confirmada oficialmente poco después en un comunicado que no precisa el sustituto del técnico, que asumió el cargo en agosto de 2020 en sustitución de Quique Setién, después del 2-8 encajado contra el Bayern Múnich en la Champions en Lisboa.
La trayectoria de Koeman como entrenador azulgrana ha sido muy distinta a la de jugador, idolatrado por el barcelonismo desde que marcó el gol que dio la primera Copa de Europa al club en el mítico Wembley en 1992, después de derrotar en la final a la Sampdoria.
La actual directiva presidida por Joan Laporta nunca le sintió como propio sino que le asoció al mandato del expresidente anterior, Josep Maria Bartomeu.
Aunque llegó a especular con su renovación para afirmar su autoridad ante los jugadores, Laporta siempre dudó de Koeman. Aseguró su continuidad en plena campaña electoral a la presidencia, antes de que finalizara la temporada pasada, y después, durante el verano, se planteó su salida.
La relación no mejoró cuando se supo que el presidente había instado al entrenador a dar más protagonismo a jugadores como Riqui Puig y Umtiti y, sobre todo, a apostar por el 4-3-3 en lugar de desplegar al equipo a partir de tres centrales (3-5-2).
La desconfianza no impidió que se accediera a la petición del técnico de fichar en verano a Memphis y Eric García y más tarde a Luuk de Jong. Nadie le había puesto sobre aviso en cambio de la partida de Messi y más tarde de Griezmann después de que ya hubiera tenido que despedir a Luis Suárez a instancias de Bartomeu.
Los resultados empeoraron y el juego del equipo tampoco mejoró con la activación de jóvenes promesas de la cantera como Gavi, Nico y Ansu Fati. Las lesiones jugaron igualmente en contra y se apreció un cierto distanciamiento de los jugadores hacia el banquillo por sus cambios de rumbo y dificultad para interpretar partidos como el perdido contra el Benfica 3-0.
Koeman se va con una Copa del Rey en el palmarés, un tercer puesto en la pasada Liga y una eliminación en octavos de Champions ante el PSG. Muy poco para validar su labor al frente de uno de los clubes más sobresalientes del futbol internacional.
Por el momento, no está claro quién podrá ser el sustituto del holandés. La alternativa de Xavi Hernández, dispuesto a regresar al Camp Nou desde Qatar, parece la más probable. Laporta tampoco dispone de un técnico que pueda ejercer funciones de interinidad desde que se despidió a García Pimienta, preparador del Barça B.
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