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Las 26 palabras de Raúl Castro en la clausura del Segundo Pleno del Comité Central: Muy buenas intervenciones

“El pie en el estribo” de Raúl se percibe como un nuevo síntoma de la falta de legitimidad política y de la erosión de Díaz-Canel, una percepción que se reforzó con su presencia en el “acto de reafirmación revolucionaria” convocado el 17 de julio en el Malecón de la Habana.


Este artículo es de hace 2 años

Con ambas manos con los pulgares hacia arriba, el general de ejército Raúl Castro Ruz se dirigió a los presentes en la clausura del Segundo Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) para felicitarlos por las intervenciones realizadas durante los dos días de sesión.

“Los aplaudo yo a ustedes por el pleno que acaba de concluir. Ayer y hoy. Muy buenas intervenciones. Todas fueron buenas intervenciones. En los temas enfocados”, dijo este lunes el menor de los Castro en la clausura del primer pleno que celebra el Comité Central tras el VIII Congreso del PCC consumado en abril, en el cual resultó “elegido” Miguel Díaz-Canel como primer secretario.

Aplazado por la nefasta incidencia del coronavirus en Cuba, este pleno debía constituir la oportunidad para Díaz-Canel de consolidar su liderazgo en el PCC y al frente de la presidencia del país. Oportunidad subordinada a la agenda de “continuidad” que le impone el verdadero poder cubano, representado por el general de cuatro estrellas y su albacea y tesorero de dos estrellas, el señor de la caja fuerte del régimen, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

Electo este sábado diputado a la Asamblea Nacional por el municipio villaclareño de Remedios, López-Calleja, de 61 años, completa su ascenso en las esferas de la jerarquía gubernamental cubana, tras una sorpresiva decisión que se produjo en la mañana del sábado durante una sesión extraordinaria de la Asamblea Municipal del Poder Popular de este municipio.

Raúl Castro, ex suegro de López Calleja, ha tenido que volver a subir al caballo del poder en Cuba para aglutinar a una cúpula que se fragmenta ante la incapacidad de los actuales “cuadros dirigentes” y los intereses creados por grupos o facciones que controlan esferas de poder del régimen cubano.

El general de ejército, que asumió el poder de forma interina en 2006 tras los problemas de salud del dictador Fidel Castro, y ejerció como presidente “electo” del 2008 al 2018, transfirió el cargo a Díaz-Canel dejando como hitos de su mandato la oportunidad perdida de un cambio de relaciones con Estados Unidos y el aumento de la desigualdad en un país cuya economía sigue en crisis por la falta de derechos y libertades.

Tras su salida del poder, la cúpula del régimen apostó por la figura de Díaz-Canel para asumir la presidencia del país y el reto de mantener el socialismo como sistema que garantice el statu quo del régimen totalitario cubano. Una operación que culminó con la “elección” del ingeniero como primer secretario del PCC, flanqueado por el general López-Calleja como miembro del Buró Político, y que -tras las protestas del 11J y el desafío al poder por parte de la sociedad civil- ha demostrado su desconexión de la realidad cubana.

“Creo que es el sentir de todos que con la presencia del general de ejército vamos a cerrar este pleno. Y eso es una expresión de aquello que él planteó en el último congreso del Partido. Eso de que estaba con el pie en el estribo”, balbuceó el primer secretario al comienzo de su discurso de clausura del Segundo Pleno del Comité Central.

Castro habría preferido marchar a su dulce retiro en el Segundo Frente, pero la crisis del régimen cubano no lo deja bajar del caballo. Dos días después de las históricas protestas del 11J, el general de ejército salió en auxilio de Díaz-Canel y su equipo de gobierno continuista.

En una reunión del Buró Político del PCC, el menor de los Castro analizó la "ejemplar respuesta" del pueblo "al llamado del compañero Díaz-Canel a defender la Revolución en las calles lo que permitió derrotar las acciones subversivas", según reseñaron medios oficialistas.

“El pie en el estribo” de Raúl se percibe como un nuevo síntoma de la falta de legitimidad política y de la erosión de Díaz-Canel, una percepción que se reforzó con la presencia del general en el “acto de reafirmación revolucionaria” convocado el 17 de julio pasado por el régimen en el Malecón de la Habana.

Este lunes, al minuto y medio de iniciado su discurso, Díaz-Canel agradeció y subrayó la presencia del general nonagenario. “La complejidad del momento actual nos señala la necesidad de reunirnos con más frecuencia para debatir y decidir sobre los problemas más urgentes y estratégicos de la actual coyuntura que vive el país”, dijo un presidente al que la cúpula del poder cubano empieza a ver como amortizado en el ejercicio del cargo.

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Iván León

Licenciado en periodismo. Máster en Diplomacia y RR.II. por la Escuela Diplomática de Madrid. Máster en RR.II. e Integración Europea por la UAB.


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