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Tras la publicación de imágenes de turbas defensoras del gobierno cubano portando palos y armas, en una especie de mensaje intimidatorio ante la cercanía de manifestaciones pacíficas el 15 de noviembre, los cubanos dieron rienda suelta a su imaginación para crear memes.
Particularmente, tomaron la imagen de una mujer tendida en el suelo apuntando con un fusil AK y vistiendo una pieza enteriza con estampados bastante coloridos, algo que llamó la atención inmediata de los internautas.
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En Twitter, se hizo un llamado a compartir las creaciones a partir de una plantilla con la referida fotografía, una convocatoria a la que respondieron con bastante rapidez. En los memes, la mujer se queja, por ejemplo, de la escasez de detergente o amenaza con disparar contra quienes se le “cuelen” en la cola del pollo, entre otras ocurrencias.
Varias imágenes circularon en horas más tempranas en un presunto simulacro por el día de la defensa. Estas mostraban grupos de cubanos armados con palos, cabillas y fusiles AK47 aparentemente con el propósito de enfrentar manifestantes pacíficos.
Medios oficialistas lo describieron como "ejercicios prácticos para la preparación de la población y las entidades ante cualquier pretensión de los enemigos de la Revolución". El despliegue incluyó reparto de porras en las localidades de Cárdenas, Calimete, Jovellanos, y otras. Al frente, militares y oficiales de la reserva.
“Vayan a sembrar los campos para q no exista tanta hambre y dejen el circo”, escribió un cubano al pie de una foto de TV Yumurí sobre los simulacros contra "la invasión del enemigo".
El grupo Archipiélago, el cual asegura que la marcha del 15 de noviembre se llevará a cabo pese a la negativa de las autoridades, denunció esta semana en un comunicado el acoso del régimen de La Habana contra la ciudadanía y exigió el cese de la persecución a personas por razones políticas.
De igual modo, propuso una serie de medidas de seguridad para los manifestantes, con el ánimo de ayudar al desarrollo pacífico de la Marcha y evitar provocaciones y violencia por parte de las fuerzas represivas. En las protestas antigubernamentales del 11 de julio, el propio mandatario Miguel Díaz-Canel ordenó a los “revolucionarios” reprimir a los manifestantes.
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