La policía del Vaticano le quitó la bandera a un cubano que escuchaba la Misa del Angelus oficiada por el papa Francisco este domingo en la Plaza de San Pietro.
El joven se encontraba de pie, en silencio, con la bandera abierta sobre su pecho, y fue abordado por varios guardias de Seguridad que le quitaron el atributo.
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Centenares de cubanos que asistieron a la Plaza de San Pedro para visibilizar la marcha del 15 de noviembre y la situación de los presos políticos en Cuba, denunciaron que las autoridades italianas retiraron varias banderas cubanas.
Asimismo, dijeron que en la plaza había banderas españolas, peruanas y de otros países, pero solo fueron retiradas las de la nación caribeña.
Indignada, una mujer afirmó que el papa Francisco y el Vaticano son cómplices de la dictadura en la isla, que tiene una gran red de aliados en Italia.
En la misa el papa no mencionó la situación en Cuba, criticaron los activistas en redes sociales.
En la mañana, el Vaticano había negado la entrada a cientos de cubanos residentes en Italia y en Estados Unidos que pretendían asistir a la Misa del Angelus este domingo. Solo permitió el acceso a 50 y les advirtió que no admitirían consignas ni banderas.
"Sin consignas ni carteles, sin banderas y solo cincuenta personas pueden entrar" fueron las condiciones que impuso la ciudad del Vaticano por medio del Cardenal, aclaró un participante a CiberCuba.
"Entendemos lo de la consignas y los carteles, pero por qué no se puede llevar la bandera", cuestionó.
Tras el impedimento, los asistentes improvisaron una protesta espontánea, y se sentaron en silencio de espaldas a la Santa Sede.
A la protesta de los cubanos se sumaron varios venezolanos, que también quieren hacer visible la violación de derechos humanos en su país.
La Guardia de la ciudad dijo que la medida de impedirles el paso se debía a que habían recibido información de que los cubanos harían un atentado en la Plaza de San Pietro.
Algunos explicaron que ellos no intentaban manifestarse, sino simplemente mostrar las banderas durante la misa para hacer visible la situación en la isla; y consideraron que el aviso del presunto atentado habría sido orquestado por la Embajada cubana en Italia.
Un reporte del portal Cubanet mostró que tras la misa los cubanos gritaron: "si Cuba está en la calle nosotros también", en apoyo a los que saldrán a enfrentar la represión del régimen el próximo 15N.
También corearon "Nadie nos paga, no somos terroristas" y "Todos somos hijos de Dios".
Estos cubanos denuncian que más de 500 manifestantes de las protestas del 11 de julio continúan tras las rejas en la isla por ejercer sus derechos durante las históricas protestas que sacudieron el país este verano.
En las últimas horas trascendió que a 75 de ellos Fiscalía pide sanciones de hasta 27 años de privación de libertad por sedición, un delito contra la Seguridad del Estado.
En ese grupo hay siete menores de edad con peticiones fiscales de 13 a 23 años de cárcel. En total, se han podido documentar más de 1,130 detenciones arbitrarias como resultado del 11J.
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