CIUDAD DEL VATICANO, 20 oct (Reuters) - Un niño se robó la atención este miércoles en la audiencia del papa Francisco en el Vaticano, al conseguir sentarse a su lado y llevarse como recompensa un solideo blanco, que pidió en repetidas ocasiones tras subir al escenario.
El niño, quien tenía una "limitación" médica, según precisó posteriormente el Papa, se acercó al Sumo Pontífice con paso tambaleante al inicio de la audiencia en el salón Paulo VI, aunque no generó alarma entre los funcionarios de seguridad, que no intentaron detenerlo.
Estrechó la mano del Papa y cuando se hizo evidente que quería seguir allí por un tiempo, monseñor Leonardo Sapienza, jefe de protocolo, se levantó y le ofreció su silla, a la derecha del Santo Padre.
El niño, que aplaudió con entusiasmo una vez que se sentó junto a Francisco, entró y salió con libertad del escenario, regresando al centro en varias ocasiones mientras el Papa leía su discurso.
El pequeño apuntó en varias oportunidades al casquete blanco del Sumo Pontífice, conocido como solideo. Los funcionarios lo notaron y le regalaron un casquete similar, lo que motivó aplausos y risas de los congregados en la sala.
Después de obtener su recompensa, el pequeño, de unos 10 años de edad, bajó del escenario.
"Le agradezco a este niño la lección que nos ha dado a todos. Que el Señor lo ayude con su limitación, a medida que crezca, porque lo que hizo vino del corazón", dijo el Papa.
En 2018, un niño argentino de siete años también robó protagonismo al Papa Francisco cuando subió al escenario en el Aula Pablo VI del Vaticano y comenzó a jugar con el uniforme de un miembro de la guardia suiza, que estaba parado firme al lado del Sumo Pontífice.
(Reporte de Philip Pullella; Editado en Español por Ricardo Figueroa)
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