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Desde la entrada en vigor en julio de la libre importación de alimentos, productos de aseo y medicamentos en Cuba, el 66 % de los viajeros que han arribado a Cuba se han acogido a la exención arancelaria.
“Esta medida ha sido acogida con mucha satisfacción por la población. Téngase en cuenta que el 66 % de los equipajes que han arribado a nuestro país se han acogido a la exención de impuestos”, dijo Jorge Luis Bubaire, jefe de Aduana del Aeropuerto Internacional “José Martí”, en recientes declaraciones al Sistema Informativo de la Televisión Cubana, aunque no cuantificó el peso importado hasta el momento.
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La medida propicia que una elevada cifra de pasajeros escoja transitar por el canal verde, libre de pago de impuestos y de otras regulaciones.
El directivo reiteró que los viajeros deben traer los medicamentos, alimentos y artículos de aseo separados del resto de su equipaje.
“Eso facilita el flujo de los viajeros por aquí por el aeropuerto, en su tránsito por frontera y que sea más ágil, más atractiva a efectos del tiempo que esta pueda demorar”, indicó Bubaire.
Sobre la próxima reapertura al turismo, que entrará en vigor a partir del 15 de noviembre, el funcionario aduanero aseguró que están preparados y que “se está revisando el equipamiento técnico” del aeropuerto.
El 14 de julio el gobierno cubano anunció la inmediata entrada en vigor de la Resolución 309 de Ministerio de Finanzas y Precios, que autorizó la libre importación de alimentos, productos de aseo y medicinas hasta el 31 de diciembre de 2021.
La libre importación de los citados artículos en viajes a Cuba entró en vigor el 19 de julio. Fue aprobada poco después de las históricas protestas antigubernamentales del 11 de julio y permite la entrada al país de los productos citados sin aranceles y con el límite de cantidad y peso que establezca la aerolínea en la que se viaja.
Solo entre el 19 de julio y el 2 de agosto, los cubanos habían importado 112 toneladas de medicinas, alimentos y artículos de aseo.
Numerosos cubanos, dentro y fuera de la isla, estimaron que la medida fue una salida de emergencia del gobierno cubano para tratar de aplacar los incesantes reclamos de la población ante el desabastecimiento y la creciente inconformidad en todo el país.
Desde comienzos de año, grupos de activistas fuera de Cuba presionaron en las redes sociales para que se creara un corredor humanitario y se abriera la posibilidad de importar insumos para paliar la escasez.
Aunque en un inicio la propuesta fue rechazada por la máxima dirección del gobierno y cuestionada por los medios oficialistas, una vez que se desataron las protestas, el gobierno optó por una apertura temporal de la entrada de mercancías básicas.
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