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Con los datos oficiales del coronavirus en descenso, la prensa oficialista cubana se hizo eco de la alta presencia de casos de dengue en Camagüey.
Los municipios Minas, Guáimaro, Florida y la capital provincial son los que reportan peores cifras hasta el momento, aunque el dengue está presente en las 13 demarcaciones camagüeyanas, según declaró a la estatal Agencia Cubana de Noticias la subdirectora de vectores Yasnaya Prada Noy.
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La alerta sanitaria surge en medio de la pandemia de COVID-19, que deja hasta la fecha más de 21 mil casos en esa provincia del centro cubano y la posiciona entre los primeros cinco territorios con mayor presencia de la enfermedad.
Sin embargo, la prensa estatal evitó hacer referencia a datos estadísticos que demuestren que verdaderamente la provincia vive una situación alarmante y solo se limita a decir que "el índice de infestación está muy por encima de lo permisible".
Para resolver el problema, las autoridades sanitarias de Camagüey planean movilizar a trabajadores del sector y soldados del Ejército Juvenil del Trabajo.
Durante el resto de octubre y noviembre pretenden chequear el 100% de las viviendas de la provincia para detectar los posibles focos de infección y tomar medidas que contribuyan a reducir la presencia del agente transmisor de la enfermedad, según reseñó ACN.
En esta etapa del año, las altas temperaturas y las lluvias vespertinas propician la reproducción y expansión del Aedes aegypti, principal vector del dengue y que durante años es un quebradero de cabeza para las autoridades sanitarias, que no logran controlar la situación, aunque el discurso oficial sostiene que no es una enfermedad endémica.
Las autoridades sanitarias en Camagüey apelaron al autofocal para que los propios ciudadanos sean quienes realicen labores de higienización en sus casas y centros de trabajo, con el objetivo de evitar la propagación del mosquito.
CiberCuba contactó con el doctor Manuel Guerra Guerrero, quien recordó que el dengue en la isla nunca ha sido erradicado, porque en cada esquina hay un charco, faltan recursos para tapar correctamente los depósitos de agua potable y persisten los vertederos y basureros.
"La campaña antivectorial del Estado se desactivó y destinaron todos los recursos al COVID-19 y esto obviamente provocó un auge en el crecimiento del dengue en Cuba", dijo preocupado por la situación sanitaria que vive el país.
El galeno también explicó que muchos pacientes en el último año padecieron dengue, pero es posible que les hayan diagnosticado coronavirus, porque los síntomas pueden llegar a ser similares, incluso supo de una doctora cubana que falleció porque tuvo dengue y COVID-19, por tanto su organismo no resistió.
En 2020 (los datos más recientes) Cuba informó a la Organización Panamericana de la Salud 1,418 casos de dengue de los serotipos D1 y D2, con un ratio de incidencia de 12.34 en una población de más de 11 millones de habitantes.
Cuba reportó en 1981 la primera epidemia de dengue hemorrágico en las Américas, con más de 344,203 enfermos, de los cuales más de diez mil eran graves y muy graves. En ese mismo año hubo 158 fallecidos, siempre según las estadísticas oficiales.
Para el doctor Alexander Pupo Casas, es un tema de preocupación la coexistencia del coronavirus y el dengue, porque ambos tienen una estructura y sintomatología similares que, de confluir en el cuerpo humano, pueden traer consecuencias letales.
“Muchos casos de coronavirus, pocos recursos para atender a los pacientes, nubosidad en cuanto a las cifras reales de las que se están publicando y, ahora, una epidemia de mosquitos Aedes aegypti”, alertó en Las mañanas de CiberCuba.
En Ciego de Ávila hace solo unos días se advirtió de una situación similar, con casos de dengue en aumento, lo que viene a ser un problema para el ya debilitado sistema de Salud Pública de la provincia, una de las más afectadas por el coronavirus.
Chambas, Bolivia y Majagua son los municipios más críticos hasta el momento, aunque Morón se mantiene con números que pudieran desatar un problema sanitario, según reportó el periódico Invasor.
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