La periodista independiente Camila Acosta, reportera de CubaNet y corresponsal del diario español ABC en La Habana, denunció este lunes que la vigilancia en los alrededores de su vivienda, donde se encuentra en arresto domiciliario desde hace casi tres meses, se ha mostrado más agresiva de lo habitual en los últimos días.
"Desde ayer la vigilancia está más agresiva de lo habitual. Alrededor de cuatro oficiales de la Brigada Especial 'boinas negras' merodean la cuadra, visiblemente custodian mi apartamento", afirmó Acosta en un post en su perfil de Facebook.
Además, recordó que ya llevaba 88 días de reclusión domiciliaria y aún no había recibido "ninguna noticia del proceso penal y del supuesto juicio por reportar las protestas del #11J".
La reportera fue una de los cientos de personas detenidas tras las protestas antigubernamentales masivas del 11 de julio. En su caso, fue detenida por cubrir los acontecimientos, pero al día siguiente, cuando se disponía a salir de su vivienda por motivos personales.
En ese momento las autoridades le comunicaron que sería procesada por los delitos de “desorden público” y “desacato”, aunque en un inicio a su padre le habrían dicho que la procesarían por “delitos contra la Seguridad del Estado”, según reportó CubaNet.
Varios días después de la detención, Camila Acosta fue excarcelada, pero solo para quedar en régimen de arresto domiciliario y bajo vigilancia permanente.
A principios de septiembre, la joven denunció en redes sociales que, de acuerdo con sus cálculos, el cerco que le impide salir de su vivienda debe costar al país al menos 50 mil pesos cubanos al mes, que equivaldrían a 800 dólares, al cambio del mercado informal.
"En total, cinco personas diariamente, porque cambian de turno, solo para mí, para vigilarme e impedirme salir a la calle. Sacando cuentas, serían 150 comidas y meriendas al mes como mínimo, y unos 20 salarios pagados por el régimen", afirmó en su muro de Facebook.
Además, puntualizó que esos gastos ya mencionados habría que agregar los gastos de combustible para las motos de los oficiales de la Seguridad y las patrullas que le siguen en todo el trayecto por La Habana cuando ha necesitado reunirse con su abogado.
"Estimo que los gastos destinados por la policía política para sostener este cerco ronda los 50 mil pesos (Cup, aproximadamente 800 Usd) mensuales, como mínimo", dijo.
Bajo vigilancia y en arresto domiciliario permanente en La Habana también se encuentran, desde antes del 11 de julio, la artista visual Camila Lobón y la curadora y activista Carolina Barrero, así como otras personas que fueron detenidas y luego excarceladas tras las protestas populares masivas.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: