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Vecinos del poblado cubano de Falcón, en Villa Clara, denunciaron que un joven de esa localidad fue detenido y acusado injustamente de iniciar un cacerolazo que se tornó masivo durante un apagón el pasado martes.
Se trata de Alejandro Brito Rodríguez, quien fue detenido en la mañana del jueves por dos policías del propio pueblo, Pedro (conocido como "El Caracol Africano") y otro de apellido Manzano (apodado "El Moreno"), los cuales no poseían orden de detención, según la publicación en Facebook de Nayua Haddad, natural de ese poblado y radicada actualmente en Estados Unidos.
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La mujer, que trasmitió el pasado martes el video de la protesta de vecinos, dijo que Brito Rodríguez fue trasladado a la estación policial de Placetas y ahora lo acusan de ser "el cabecilla del cacerolazo".
Alegó la internauta que ese día el joven, cuya esposa está embarazada, se encontraba en casa de su hermano, donde no hubo movimiento y él no se enteró de lo que estaba sucediendo.
La madre del detenido, Anay Rodríguez, es epiléptica y vio cuando se llevaban a su hijo. Desde entonces comenzó a convulsionar a causa de ataques de pánico, atestiguó Haddad.
Afirmó, además, que también fueron citados a la estación de Placetas los menores de edad Félix Alberto Pérez y Luis Alberto Évora, por haber "tocado calderos".
"Cada quien tocó su caldero desde su casa, nadie salió para la calle, todo fue pacíficamente y ya hay personas inocentes encarceladas injustamente sin prueba alguna!", denunció.
Haddad aseguró que en Falcón los vecinos "están cansados de que quiten la corriente a la hora de comer"; y hay ancianos, mujeres, niños y padres de familia que necesitan alimentarse y alimentar a sus familiares enfermos con COVID-19 o con dengue.
El martes en la noche el cacerolazo masivo protagonizado durante un apagón por los vecinos de Falcón "devolvió" la luz al pueblo en un lapso de 33 minutos y provocó el desconcierto de las autoridades locales y los represores, que de inmediato se desplazaron desde el municipio Placetas.
Reportes de varios residentes de ese pueblo llegaron a manos de la activista Nayua Haddad, quien los hizo llegar a la redacción de CiberCuba.
El apagón, programado de 4 de la tarde a 8 de la noche, transcurrió en medio de la resignación de los residentes.
Sin embargo, pasadas las 8 p.m., la electricidad no volvió a los hogares, para indignación de los vecinos que se veían imposibilitados de preparar la comida a niños, ancianos y familias en general, algunas de las cuales tenían en casa pacientes de coronavirus con respiradores de oxígeno sin poder funcionar.
Representantes del gobierno de Placetas y oficiales de la policía, con perros adiestrados para contener disturbios, se desplazaron hasta Falcón, para reprimir la protesta.
Testimonios indican que los vecinos que se encontraban en el parque protestando en ese momento fueron multados. Con la llegada de las autoridades también se restableció el suministro eléctrico.
Los cacerolazos se han establecido en Cuba como nueva forma de protesta heredada de las luchas en América Latina y suelen ser convocados en ocasiones por activistas de la sociedad civil para visibilizar diferentes temas.
Sin embargo, llegan a tener más éxito los que se organizan de forma espontánea para protestar por cortes de agua o electricidad.
El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) informó esta semana que en septiembre aumentaron las manifestaciones en la isla a pesar de la represión del régimen.
Se reportaron 312 manifestaciones, 14 más que en agosto, cuando se registraron 297. El informe señala que a ello se agregaron los cacerolazos, una modalidad muy latinoamericana, pero sin arraigo anterior en Cuba y que, sin embargo, va ganando fuerza en la nación caribeña.
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