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El pelotero cubano Loidel Rodríguez, uno de los 12 deportistas que abandonaron la Selección Nacional de Béisbol en la Copa Mundial Sub-23 de México, confesó que no se fugó delante de sus compañeros por respeto a ellos.
Rodríguez ofreció una entrevista a AmericaTV en la que narró cómo saltó desde un segundo piso, usando una palma de los jardines del Hotel en que estaba alojado, para poder eludir el sistema de seguridad que vigila al equipo.
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"No quise hacer la fuga delante de mis compañeros porque pensé que con eso les faltaba el respeto. Decidí lanzarme desde un segundo piso", contó Rodríguez. "Salté persiguiendo un sueño que muchos deportistas buscan, jugar en la MLB. Por eso estoy aquí", dijo.
En su testimonio el joven se mostró conmocionado por su decisión, pero seguro del objetivo que persigue como atleta y confiado en las oportunidades profesionales que pueden llegar en el futuro.
"Es una cuestión de moral, no quería que ellos me vieran dejarlos allí, solos" confesó Rodríguez.
El periodista Juan Manuel Cao se mostró incapaz de entender el conflicto ético que sufre un jugador al desertar de un equipo, por lo que el agente de peloteros Carlos Pérez tuvo que explicarle la connotación que tiene esto para muchos deportistas, desde el punto de vista emocional.
"Cuando una persona deserta existe el sentimiento de que un amigo o un hermano se va. La mayoría de los peloteros que lo hacen no se despiden, ni cuentan la decisión a nadie", comentó Pérez.
Rodríguez confirmó que tomó la decisión de abandonar el equipo convencido de sus posibilidades de jugar alguna vez en las Grandes Ligas. Aseguró que nadie lo presionó para dar "su salto" y dijo que contactó con el agente de peloteros tras pedir asilo en Estados Unidos.
Pérez anunció que su cliente ya fue aceptado para integrarse al equipo del Miami-Dade College. Este sería el primer paso para poder entrar al draft amateur en junio del 2022.
El agente había dicho con anterioridad que ni él, ni otros colegas suyos asedian a los jugadores de la isla, como pretende hacer ver el gobierno cubano.
“El mayor culpable no son ni los agentes ni los equipos, son ellos mismos [el Estado] porque nosotros, los agentes, no nos sabemos los teléfonos de ningún pelotero. Son los peloteros los que nos contactan porque hay internet y la información circula”, dijo Pérez.
Rodríguez es el segundo pelotero que llega a Estados Unidos tras dejar la selección cubana. El joven de 22 años es natural de Sancti Spíritus.
Recientemente Julita Osendi indicó en CiberCuba que el fallido acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la MLB ha provocado huidas masivas de peloteros en la selección nacional.
"¿Quién iba a creer que la Federación Cubana era una ONG? Al no concretarse dicho acuerdo siguen siendo los cubanos los únicos que no pueden llegar a la Gran Carpa si no se quedan", comentó la periodista.
El Estado cubano no incluye estos análisis en sus comentarios sobre lo que ocurre en el mundo del béisbol, deporte nacional. Sin embargo, sí emprende contra los jugadores que desertan una dura campaña de difamación y descrédito que afecta su imagen ante el país, ante su comunidad y muchas veces genera conflictos incluso dentro de sus familias.
Un ejemplo de las difamaciones son las palabras del comunista Yusuam Palacios quien arremetió el domingo contra los deportistas que abandonan el equipo nacional, asegurando que actúan con “debilidad ideológica y cobardía”. Dijo que que son personas con una “actitud denigrante”.
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