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El activista cubano Manuel de la Cruz dijo este miércoles en redes sociales que entre las fuerzas represivas del Gobierno podían también encontrarse “hombres de bien”, algo que defendió a partir de sus propias vivencias.
“En la PNR y en las FAR hay también hombres de bien. Son elefantes que pueden viajar libremente por la sabana política, pero fueron atados a edades tempranas con un "se cumple y luego se discute", y esta atadura psicológica es complicada de romper”, explicó.
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“Es como la conversión de un ateo al creacionismo. Siempre se puede esperar de ellos que hagan más, pero siempre podemos nosotros juzgar más empáticamente”, enfatizó.
De su experiencia personal, contó que “hubo guardias que se plantaron con mis oficiales de la SE, y le prohibieron que me entraran al calabozo "por atrás"”.
“Hubo jefes que agilizaron mi caso en mis detenciones, para que fuese liberado lo antes posible. Sus nombres estarán guardados en mi cabeza como mismo las veces que me dejaron repetir almuerzo o se compadecieron de mis ganas de fumar rompiendo así los horarios”, refirió.
De la Cruz comenzó a ser hostigado por las autoridades particularmente por sus vínculos con el Movimiento San Isidro (MSI), después de que participara como el payaso “Desparpajo” en una actividad para niños organizada por el artista Luis Manuel Otero Alcántara, hoy en prisión por intentar participar en las protestas antigubernamentales del 11J.
En mayo, a De la Cruz se le impuso reclusión domiciliaria y una carta de advertencia por incitación a delinquir. Había sido detenido como otros activistas por ofrecer su apoyo a Otero Alcántara, que por ese entonces libraba una huelga de hambre y sed en el reclamo de sus derechos como artista y cubano.
En varias ocasiones, el activista ha lanzado críticas contra el régimen de La Habana y la figura del gobernante Miguel Díaz-Canel. Por su activismo y opiniones, De la Cruz fue despedido de la escuela donde trabajaba como profesor en La Habana.
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