Dos grupos de cubanos en situación irregular fueron detenidos este domingo por las autoridades de Macedonia, un país situado al sureste de Europa, cuando intentaban cruzar ilegalmente la frontera con Grecia.
Según reportes de la prensa local, dos veces en un mismo día agentes de la Comisaría de Policía del Paso Fronterizo "Bogorodica" encontraron a migrantes procedentes de Cuba. En total fueron 19 los arrestados, quienes ya están a disposición de las autoridades.
El primer grupo, integrado por cuatro ciudadanos cubanos que habían ingresado ilegalmente al país, fue localizado a las 17:20 horas en la ciudad de Gevgelija, ubicada en el extremo sureste del país, muy cerca del límite fronterizo con la República de Grecia.
A las 20:40 horas y en la misma localidad, los agentes arrestaron a otros 15 migrantes, tres de los cuales son menores de edad, todos procedentes de Cuba.
Según el portal digital Nezavisen Vesnik, ocho de ellos estaban ilegalmente en el país.
Los 19 migrantes fueron detenidos y cuando el caso esté totalmente documentado se presentarán cargos en su contra.
La denominada ruta clandestina de los Balcanes es una de las vías que utilizan los cubanos para llegar a países como España, donde la vida para un emigrante latino es más fácil.
Rusia, cuyo gobierno no le exige visa a los cubanos, constituye una puerta de entrada para muchos de los que tratan de radicarse en la Unión Europea.
Una vez en Moscú, el paso siguiente es llegar a Serbia y de ahí Macedonia, y emprender una caminata por montes y zonas agrestes para atravesar la frontera con Grecia, con el objetivo de tomar un avión rumbo a alguna ciudad española.
En julio pasado, el portal digital español elDiario.es publicó la historia de un cubano de 30 años que tras hacer esa dura travesía, logró aterrizar en Madrid en los primeros días de ese mes.
"Era todo monte. Había que caminar alrededor de 10 horas más o menos. A veces me desubicaba y era desesperante. Hubo un momento en que apenas me quedaba agua, un traguito de nada, y, como veía que tardaba más de lo que pensaba, no sabía si estaba perdido o no. Llevaba caminando siete horas y no veía nada, estaba solo, y no podía ya volver atrás", relató el joven, identificado como Alfonso.
Al llegar a Grecia fue frenado por policías griegos, que le dejaron continuar su trayecto porque los convenció de que iba a pedir asilo. Desde la nación helénica pudo volar hacia España.
"Soy consciente de que he tenido mucha suerte... Conozco a muchos cubanos que son devueltos y tardan muchísimo tiempo en llegar a España o no lo consiguen nunca", aseguró.
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